El Gobierno mexicano encontró un segundo muerto en el río Bravo, que comparte con Estados Unidos, por las boyas y el cerco de alambre instalados por Texas para evitar el paso de migrantes.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Instituto Nacional de Migración (INM) informaron del hallazgo en un comunicado la madrugada de este jueves, apenas horas después de haber encontrado otro cadáver en Piedras Negras, ciudad fronteriza con la ciudad estadounidense de Eagle Pass, Texas.

Sin identificación

En "un hecho separado" al primer fallecido, "un segundo cuerpo fue encontrado aguas arriba por el Grupo Beta Piedras Negras, con aproximadamente cinco kilómetros de separación entre ambos", precisaron las dependencias. Hasta ahora, permanecen sin identificar las dos personas fallecidas, añadió el boletín.

El Gobierno mexicano ha elevado sus reclamos a Estados Unidos por acusar a Texas de violar tratados bilaterales de aguas y derechos humanos con las boyas y el cerco de alambres que el gobernador, el republicano Greg Abbott, ha colocado en el río Bravo para frenar a los migrantes.

Abbott ordenó instalar la cadena de boyas a principios de julio. Según reportes de medios, algunos migrantes han quedado atrapados y han tenido que ser rescatados.

Obstrucciones

Las obstrucciones de Texas están en un tramo de 305 metros en la zona de Eagle Pass, de los que 230 metros corresponden a México, según ha denunciado la SRE, que ha enviado dos quejas diplomáticas a Washington al respecto.

"México reitera que la instalación de dicho muro de boyas alambradas viola nuestra soberanía e impacta en la seguridad, integridad y derechos humanos de las personas migrantes, y que es una acción que no corresponde a la relación estrecha que han mantenido los gobiernos de Estados Unidos y México", concluyó el comunicado de la SRE y el INM.

Tras conocerse las dos muertes en el Río Bravo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador criticó a Abbott, por haber colocado boyas y el cerco de alambre para evitar el paso de migrantes.

“No debería él de actuar así. Es inhumano. (Le digo) que no se trata así a ninguna persona, no debe tratarse así a nadie, que eso no es de gente buena, y que solo siendo buenos podemos ser felices”, señaló el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.

Demandas

“Ayer se nos presentó el reporte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lo está viendo, se está conociendo sobre la nacionalidad", aseveró. "Y se va a actuar”, prometió. El presidente señaló que ya se está demandando que se retiren esas boyas.

 “Es violatorio a nuestsa soberanía y también a los derechos humanos y ya estamos en ello”, apuntó. Además, López Obrador ha tachado antes de “publicitarias” y “muy vulgares” las nuevas barreras antinmigrantes de Texas, por lo que ha pedido no votar por Abbott.

A su turno el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, reconoció que las boyas son "ilegales". En conferencia de prensa, el diplomático recordó que el lunes el Departamento de Justicia presentó una demanda civil para impedir que el gobierno del republicano Greg Abbott coloque barreras adicionales y retire las ya existentes.

"Lo que está haciendo Texas es ilegal pero también es (...) hacer del fenómeno de migración un fenómeno político y no un fenómeno humanitario, económico", dijo Salazar. Agregó que más que poner barreras a la migración, se debe atacar sus causas y construir una política que permita un flujo de migrantes legal, seguro y ordenado.

El Departamento de Justicia estadounidense había criticado el uso de boyas y alambrados e el Río Grande la semana pasada a través de un comunicado: "Esta barrera flotante supone un riesgo para la navegación, así como para la seguridad pública, en el Río Grande, y plantea problemas humanitarios."

Abbott redobla la apuesta

Abbott respondió que tenía potestad para proteger los intereses soberanos de Texas y criticó las políticas migratorias del presidente Joe Biden. "Si realmente le importan las vidas humanas, debe empezar a hacer cumplir las leyes federales de inmigración", escribió Abbott en una carta pública dirigida al mandatario. "Al hacerlo, puede ayudarme a impedir que los migrantes se jueguen la vida en las aguas del Río Grande...Texas le verá en los tribunales, señor presidente", desafió.

Sin embargo, la Casa Blanca indicó que el número de cruces ilegales se ha desplomado desde que rige la nueva normativa sobre asilos. "Los funcionarios republicanos no quieren soluciones. Quieren caos", dijo un funcionario de la administración.

Tratados fronterizos

Por su parte, la canciller mexicana Alicia Bárcena informó el miércoles que tres cuartas partes de la barrera de boyas, de 305 metros de longitud, se ubican en territorio mexicano y que su despacho envió dos notas diplomáticas a Washington especificando los tratados fronterizos que se violan con su colocación.

Un empresario de Texas, que ofrece paseos por el río presentó también una demanda contra las barreras ya que, alega, perjudican el paso de sus embarcaciones turísticas. La embajada de México anunció la semana pasada que también analiza posibles acciones legales.