El ministerio del Interior de Reino Unido amenazó con quitarles sus derechos de asilo y dejar sin alojamiento alternativo a los inmigrantes que se nieguen a ser alojados en el buque "Bibby Stockholm", modificado y anclado en una isla al suroeste de Inglaterra como parte de un cuestionado plan del Gobierno para enfrentar un aluvión de personas llegadas al país de modo irregular.

Un primer grupo de solicitantes de asilo fue ubicado en la barcaza anclada en el puerto de la localidad de Portland, en el sur de Inglaterra. De los 50 inmigrantes que se espera cumplan con el trámite esta semana, ayer ingresaron al buque solo 15.

La ONG de defensa de los migrantes Care4Calais aseguró que había impedido que 20 personas fuesen trasladadas a la barcaza.

Fuentes gubernamentales indicaron a medios británicos que de no ir al "Bibby Stockholm" para final del día "sin una explicación razonable", se les podría retirar la asistencia para la vivienda.

"Si los solicitantes de asilo no aceptan una oferta de alojamiento adecuado sin una explicación razonable, no esperen que se les ofrezca un alojamiento alternativo", aseguró el ministerio del Interior en una carta enviada a uno de los migrantes que se quedó en tierra, informó la cadena Sky News.

Pese a las advertencias del sindicato de bomberos, que alertó sobre la seguridad de la barcaza, y las críticas de muchos abogados y ONGs que consideran ese sistema de asilo "cruel" e "inhumano", el ministro de Justicia británico, Alex Chalk, dijo que era "poco probable" que la amenaza de retirar el apoyo financiado por el Estado fuera ilegal.

"Lo que es perfectamente legal es que los británicos digan que esto es lo que estamos ofreciendo y que no es un alojamiento de cuatro estrellas, pero es perfectamente seguro, es perfectamente decente y cumple con los controles de seguridad contra incendios y Dios sabe qué", agregó Chalk en declaraciones a la cadena BBC.

Asimismo, agregó que el barco "es escaso y es un poco austero, pero alojarlos allí no es irrazonable".

El "Bibby Stockholm" es el buque insignia del último plan del gobierno conservador del primer ministro Rishi Sunak que busca recuperar imagen positiva de cara a las elecciones del año próximo.

En este barco vivirán hasta 500 hombres de entre 18 y 65 años mientras esperan el resultado de las solicitudes de asilo.

Algunos grupos de derechos humanos calificaron la iniciativa de "inhumana", pero desde el Gobierno insisten en que es seguro y ahorrará dinero.

Otros grupos denuncian que se trata de una "cárcel flotante" y el sindicato de bomberos alertó que la barcaza era una "posible trampa mortal".

Sin embargo, el gobierno británico rechazó semejantes afirmaciones y considera que el buque es seguro.

Asimismo, hoy anunció que impulsará una campaña contra abogados "corruptos" que ayuden a inmigrantes irregulares a permanecer en el país mediante la "explotación del sistema migratorio" de Reino Unido.

"Si bien la mayoría de los abogados actúan con integridad, sabemos que algunos mienten para ayudar a los inmigrantes ilegales a engañar al sistema. No es correcto ni justo para aquellos que siguen las reglas", señaló la ministra del Interior, Suella Braverman, informó la agencia de noticias Europa Press.

El sistema de asilo británico está desbordado por los pedidos, y más de 130.000 expedientes todavía son evaluados, algunos desde hace seis meses, según cifras del Gobierno.

Con esta iniciativa, el Ejecutivo busca, por un lado, "detener los barcos" y disuadir a los inmigrantes de cruces peligrosos por el Canal de la Mancha y, por el otro, reducir los gastos de alojamiento en hoteles de los demandantes de asilo.

Más de 45.000 migrantes intentaron cruzar el canal que divide Reino Unido y Francia en 2022, y en 2023 ya van 15.000.