El 6 de septiembre será la nueva audiencia pública para que aquellas empresas aeronáuticas interesadas en ofertar servicios low cost (bajo costo) presenten sus solicitudes de rutas y frecuencias. En esta convocatoria, la segunda dentro del plan “Revolución de los Aviones”, como denominó el Gobierno a la flexibilización del negocio, se encuentra inscripta una decena de compañías que, en total, solicitarán casi 500 rutas entre cabotaje e internacionales. En la primera audiencia se repartieron unas 40 rutas entre cinco empresas: American Jet, Andes, Alas del Sur, Flybondi y Avian. Esta última, que ingresó al país a partir de la compra de las operaciones de la empresa MacAir, propiedad de la familia presidencial, volverá a pedir rutas (38) en esta segunda ronda. No faltan sorpresas entre las inscriptas a la nueva audiencia, como el caso de la Buenos Aires Internacionales Airlines, que solicitó 178 rutas y su único capital es una oficina en Capital, donde funciona el estudio de abogados dueño de la empresa. La compañía fantasmal promete invertir 140 millones de dólares. Los gremios aeronáuticos enviaron una carta al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, para expresarle su preocupación por el peligro de esta flexibilización (ver aparte). 

Cuando todavía no desapareció la polvareda legal que generó la irregular adjudicación de rutas resultado de la anterior audiencia, la cartera que conduce Dietrich confirmó la fecha para la segunda. En la primera audiencia con la que el Gobierno inauguró su política de flexibilización de rutas hubo dos empresas que quedaron en el centro de la escena: Flybondi, a la que se le adjudicaron las rutas pese a no tener aviones, y Avian Líneas Aéreas, sobre la que pesa la sospecha de haber adquirido los negocios de MacAir, de la familia Macri, luego de haber recibido la promesa de otorgarle destinos y frecuencias. La segunda causa está siendo aún investigada y Flybondi promete que traerá su primer avión para operar desde Córdoba recién en octubre o noviembre. 

La segunda audiencia se realizará el miércoles 6 a las 10 en el teatro de la Ribera en Buenos Aires y en ella se discutirá la asignación por un plazo de 15 años de 494 rutas para volar desde y hacia distintas partes del país y conexiones con el mundo. En caso del cabotaje se trata de rutas que en su mayoría, nueve de cada diez, las opera actualmente Aerolíneas Argentinas y Austral. La estrella será la noruega Norwegian, que el 26 de enero inscribió Norwegian Air Argentina, una sociedad anónima que se armó con dos abogados como socios locales. En mayo, el comité de dirección de la empresa en Oslo aprobó la expansión del negocio a la Argentina. La firma adelantó una inversión de 1300 millones de dólares y, según lo publicado en el Boletín Oficial, pedirá un mínimo de 72 rutas de cabotaje y 96 internacionales. 

La segunda es Just Flight, nombre comercial de Royal Class, empresa de vuelos ejecutivos de Miguel Livi, quien se la compró a Pablo Yabrán (hijo de Alfredo). Pese a ser la firma más importante del país en vuelos charter sólo tiene como activo un hangar en el aeroparque Jorge Newbery. Solicitó diez rutas con alta frecuencia a destinos turísticos que incluyen la ciudad de Punta del Este. La tercera es Polar Líneas Aéreas, propiedad de Ricardo Barbosa, ex titular de CATA. Su plan de negocios implica corredores de carga en la Argentina desde Buenos Aires a Miami. Pedirá 44 rutas de cabotaje y 35 internacionales de transporte aéreo combinado por el lapso también de 15 años. 

Un caso particular es el Buenos Aires International Airlines, cuyo presidente es Eduardo Adolfo Loioco, con el 95 por ciento de las acciones. El 5 por ciento restante es de Francisco Loioco, director suplente de la firma. El domicilio legal es el estudio de abogados Loioco & Asociados. Los dueños están vinculados con los ex propietarios de la quebrada Southern Winds. La compañía, que se inscribió legalmente hace apenas seis meses, solicitará 178 rutas y promete generar en dos años 3400 empleos directos y otros 5700 indirectos. Desde los gremios apuntan al riesgo de que se conformen sociedades sólo para ganar licitaciones de rutas que luego vendan a firmas en condiciones de operarlas. Otras que participarán son ArgenJet, que sólo pide autorización para comenzar a operar, pero no detalló las rutas a solicitar. 

La grilla se completa con el Grupo Lasa, con cinco rutas que conecte distintos puntos de la Patagonia y el sur de Chile; Servicios y Emprendimientos Aeronáuticos (SEA), que volará con sus Embrear ERJ 135 ER pero tampoco detalló rutas ni destinos; y Servicios Aéreos Patagónicos (Sapsa), con 41 rutas para explotar servicios regulares internos e internacionales. Esta última empresa, que pertenece al grupo Vía Bariloche, prevé utilizar aviones Bombardier CRJ 200 y pidió permiso para llegar a Lisboa y Frankfurt. Sin embargo, las aeronaves que pretende usar tienen un alcance máximo de 3700 kilómetros, el cual es insuficiente para cruzar el Océano Atlántico.