La oposición obtendría un ajustado quórum en Diputados para intentar modificar en el recinto la actual ley de alquileres, pero con un final aun incierto. El bloque de Unión por la Patria solo bajará al recinto si los opositores consiguen los 129 diputados para sesionar, y lo haría con el único objetivo de defender su dictamen de mayoría, que busca mantener el plazo de tres años de contrato y una actualización anual de los alquileres en base a un índice que combina salarios e inflación. De esa forma intentarán bloquear la arremetida opositora de derogar la norma vigente, y que necesitaría de dos tercios de los votos para imponerse. 

En tanto, las diferencias que aun persisten en el abanico opositor, entre quienes apuestan a derogar la ley (La Libertad Avanza), los que quieren modificar su propio dictamen de minoría (Juntos por el Cambio) para que las partes pacten la actualización de los alquileres sin ningún índice como referencia, y los que se oponen a esta modificación (Interbloque Federal y otras bancadas menores), podrían hacer fracasar cualquiera de los intentos.

Con las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en el espejo retrovisor, pero con la mirada puesta en la elección general de octubre, todo el esfuerzo opositor se concentró en imponerle al oficialismo la agenda parlamentaria en la Cámara baja. La unidad opositora se concretó con la propuesta de JxC de modificar la Ley de Alquileres e imponerse a la iniciativa que promueve el FdT, a pesar de las diferencias que las distintas bancadas tienen sobre el tema. Hubo reuniones por zoom la semana pasada para tratar de limar asperezas, pero las mismas subsistían y hasta se puso en duda la posibilidad de alcanzar el quórum.

El poroteo y las tácticas de los bloques

  Un poroteo de último momento durante la jornada de ayer parece haber dado la certeza a la oposición de que este miércoles obtendrían el quórum ajustado para sesionar. Con dos bajas propias, JxC aportaría 115 diputados (el reemplazante del macrista cordobés Gustavo Santos que renunció después que se conociera que vivía en España jurará una vez que se abra la sesión); 8 del Interbloque Federal (entre cordobesistas, lavagnistas y socialistas); 3 de La Libertad Avanza; 2 de Juntos Somos Rionegro; y el riojano Felipe Alvarez: 129 en total. Lo que requerirá una asistencia opositora perfecta para abrir la sesión.

Si la certeza opositora se confirma, el FdT bajará al recinto para dar la pelea. Su dictamen plantea modificaciones y beneficios de incentivos fiscales para los propietarios, pero sostiene que la duración de los contratos debe mantenerse por tres años y con una actualización anual en base al mix entre inflación y salarios, como reclaman las organizaciones de inquilinos. Pero en especial para evitar la derogación de la ley actual, cuyos proyectos presentados por el macrista Hernán Lombardi, la radical Karina Banfi, y la libertaria Carolina Píparo, no tienen dictamen de comisión, que en caso de proponerse necesitarían los dos tercios de los votos para habilitar su tratamiento y que la presencia oficialista podrá evitar.

Lo mismo haría el FIT, la única bancada opositora que no se plegó a la convocatoria de JxC y LLA. Aunque con críticas al oficialismo, el bloque de diputados trotskistas se opone a la iniciativa porque la considera impulsada por “el lobby inmobiliario” y advierte que la modificación que proponen “agravará la crisis que viven los inquilinos”.

En el recinto comienzan los dilemas para el resto del abanico opositor. El bloque de Javier Milei sólo acompañaría su propuesta por la derogación, que por lo bajo también respalda una  minoría dentro de JxC. Pero nadie sabe cual será la actitud que adoptarán los diputados libertarios si —como en principio se supone— su postura fracasa. Si abandonan la sesión dejarían sin quórum al acuerdo opositor.

Si la oposición sostiene el quórum, la propuesta mayoritaria de JxC es modificar su propio dictamen, que rebaja la duración de los contratos a dos años con actualizaciones que pacten las partes entre “3 y 12 meses”, pero al que quieren quitar cualquier índice de referencia para los aumentos. Algo a los que se oponen el Interbloque Federal y los rionegrinos que sostienen el actual dictamen de minoría. Lo que le quitaría votos.

Con lo que el acuerdo opositor solo alcanzaría para rechazar el dictamen del oficialismo pero no para imponer ninguna de las propuestas que los divide. Todo en medio de sospechas mutuas sobre quien se alzaría el trofeo y sacaría rédito político en medio de la campaña presidencial si se lograra aprobar alguna de las alternativas.

El final incierto que comenzará a dirimirse este miércoles, cuando al mediodía comience a sonar la campanilla llamando a la sesión. 

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