Durante los primeros siete meses del año el resultado fiscal primario registró un déficit de 166.375 millones de pesos. La cifra informada ayer por el Ministerio de Hacienda representa un incremento del 21,3 por ciento frente al mismo período de 2016. Cuando se contempla el pago de los vencimientos de la deuda externa, el denominado resultado financiero, el rojo asciende hasta 288.267 millones de pesos, un aumento del 40,1 por ciento. El monto destinado a cancelar intereses entre enero y julio alcanzó los 121.892 millones de pesos, un aumento del 77,6 por ciento frente al mismo lapso del año pasado. 

El déficit fiscal acumulado en lo que va del año se amortigua por los ingresos generados por el blanqueo de capitales entre enero y marzo así como una incipiente mejora en la recaudación. Cuando a esos resultados se le descuentan fondos extraordinarios generados por el sinceramiento fiscal y la moratoria tributaria, alrededor de 40.000 millones de pesos en el primer trimestre, el déficit primario para el período enero-julio de 2017 muestra un incremento 29 puntos porcentuales mayor. Sin ese aporte, el déficit primario marcaría una escalada del 50,8 por ciento interanual. El resultado financiero, que incluye el creciente peso de la reinserción plena del país en los mercados internacionales, evidencia sin contabilizar el efecto del blanqueo un rojo 59,8 por ciento mayor al del año pasado.

Al referirse a los resultados contables autoimpuestos por el Gobierno, la cartera encabezada por Nicolás Dujovne indicó que “el Gobierno está bien encaminado para cumplir la meta fiscal por tercer trimestre consecutivo ya que el déficit acumulado en los primeros siete meses del año se ubicó en 1,7 por ciento del PIB”. Sin embargo, la consultora Ecolatina estimó que el pago de intereses representó 1,3 por ciento del producto en ese período. De tal forma, el rojo financiero ascendió hasta el 3 por ciento del PIB. Cuando no se contemplan los ingresos generados durante el blanqueo, el rojo alcanza hasta 3,3 por ciento. El creciente peso de los vencimientos de deuda refleja la aceleración en el proceso de endeudamiento externo iniciado el año pasado a partir del acuerdo con los fondos buitre. Entre enero y julio de 2016, el déficit financiero trepaba a 2,4 puntos del producto y los intereses pesaban 0,9 puntos. 

Durante julio el resultado primario marcó un déficit de 22.090 millones de pesos. La cifra informada por el Ministerio de Hacienda representó una reducción del 9,3 por ciento frente al mismo mes de 2016. La reducción en el déficit mensual responde, por un lado, a la paulatina reactivación en los ingresos tributarios, que subieron 28,3 por ciento y, por otro, a un estancamiento en la expansión del gasto, que aumentó 22,9 por ciento. El comunicado destacó que “el gobierno continuó durante julio priorizando el gasto de capital y las prestaciones sociales que crecieron 66 y 45,9 por ciento interanual, respectivamente”. Los desembolsos destinados a la obra pública, los gastos de capital, comenzaron a reactivarse a lo largo de 2017 después de la virtual parálisis experimentada el año pasado. Mientras tanto, la expansión de las prestaciones sociales -las jubilaciones y pensiones- se explica fundamentalmente por la implementación de la actualización automática de los haberes por la ley de movilidad.

Cuando se contempla el pago de los intereses de la deuda, el déficit financiero de julio asciende hasta los 32.720 millones de pesos, un incremento del 18,6 por ciento contra el mismo mes del año pasado. Esa expansión se explica por el incremento en los fondos destinados a cancelar los vencimientos de la deuda externa. Los recursos utilizados para el pago de intereses el mes pasado se multiplicaron 2,3 veces (230 por ciento) frente a julio de 2016 mientras que el salto es de 9,3 veces (926 por ciento) cuando se lo compara con julio de 2015.