La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, aclaró que el audio que está circulando sobre la reunión que ayer mantuvieron los organismos de derechos humanos con funcionarios nacionales sobre la desaparición de Santiago Maldonado, no fue grabada por las organizaciones y denunció que “eso es espionaje”.

En diálogo con la AM750, Carlotto ratificó que el encuentro de ayer con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Justicia, Germán Garavano, fue “lastimosa y áspera” y descartó que hayan sido los organismos los que divulgaron el audio “porque cuando uno hace algo privado no debe salir de ahí”. Además calificó lo ocurrido como "grave”.

“Fue en una reunión interna y me extraña muchísimo que haya salido de esa reunión”, subrayó la presidenta de Abuelas e insistió en que “no nos agrada” la filtración porque partió de “alguien que grabó y sacó el mensaje hacia afuera sin autorización de nadie”. “No es nuestra costumbre hacer una grabación secreta para que luego salga a divulgarse”, añadió.

Esta mañana, el periodista Victor Hugo Morales había emitido en su programa una grabación del momento justo en que Garavano y Bullrich terminaron de forma abrupta el encuentro al no poder dar respuestas a las preguntas sobre el paradero del joven desaparecido desde la brutal represión del 1 de agosto en Pu Lof Cushamen. La principal hipótesis, según relataron testigos, conduce a pensar que Gendarmería lo subió a un unimog mientras se protegía detrás de un arbusto de los balazos de los efectivos, aunque el Gobierno se niega a involucrar a la fuerza hasta que no lo haga la Justicia.

Precisamente, por no poder responder preguntas, ayer los funcionarios dieron por terminada la reunión, como se pudo apreciar en el audio y como había sido revelado en Página/12. “Fue una reunión áspera porque lógicamente había una cerrazón enorme de la señora Bullrich, que negó desde el principio todo lo que veníamos diciendo, fue desvirtuando todo y defendió a los gendarmes”, precisó Carlotto, quien destacó que la ministra “parecía desinteresada” en el tema porque mientras los organismos exponían sus inquietudes, Bullrich “hacía dibujitos”.

“Nos fuimos peor de lo que entramos. Hubiéramos pensado que al ofrecernos trabajar en conjunto tendrían buenos modos pero fue una negativa tremenda y totalmente invulnerable”, concluyó la presidenta de Abuelas al enfatizar que “recibieron respuestas crueles y casi de burlas”.