Patricia Bullrich ¿debe moderarse para asegurar los votos de Horacio Rodríguez Larreta? ¿O debe volver a la dureza para pelearle los votantes a Javier Milei? Sergio Massa ¿necesita atacar a La Libertad Avanza (LLA) o eso no hace más que fortalecer la candidatura libertaria? ¿Cómo se combinan las funciones de ministro con las de candidato? A Milei ¿le conviene ralentizar sus propuestas económicas como está haciendo ahora con la dolarización o la destrucción del Banco Central? ¿Necesita hacer cambios para subir del 30 por ciento que obtuvo el 13 de agosto? Todos estos dilemas de táctica y estrategia están planteados de cara a las seis semanas que quedan para las elecciones generales, el 22 de octubre. Página/12 dialogó con tres consultores en campañas electorales, asesores de extensa trayectoria. Ellos analizan estos y otros interrogantes.

1. ¿Cómo arrancó la campaña?

El consultor y especialista en medios, Alberto Quevedo, afirma que hubo tres sorpresas. “Que Milei haya salido primero. Nadie se lo esperaba. En segundo lugar. Que Sergio Massa no fue el candidato individual con más votos. Tampoco se esperaba. Tercero. Que Juntos por el Cambio (JxC) haya sacado relativamente pocos votos. Las primeras semanas de campaña transcurrieron en que todos tuvieron que mirar para adentro para ver cómo pensar lo que viene. Por ejemplo, Milei acaba de enterarse que es presidenciable. Y eso objetivamente lo está cambiando, con eso de pasarle por arriba con un tanque al Banco Central o la dolarización al día siguiente de asumir. Patricia Bullrich tiene que asumir eso de que es segunda marca de Milei. Y Massa enfrenta el famoso argumento de que 'eso que promete, por qué no lo hace ahora' Así que yo creo que los tres quedaron un poco golpeados. Es el boxeador que vuelve al rincón, necesita que le tiren agua, que le abran bien las fosas nasales, que lo hagan respirar profundo y que a la vuelta al rincón vuelve otra persona".

2. Parece que Patricia Bullrich es quien quedó más golpeada, ¿es así?

“Bullrich no encuentra su lugar en este mapa que ella misma ayudó a crear -analiza Juan Courel, consultor y presidente de Alaska Comunicación-. Está claro que entre el todo o nada que propuso para las PASO, ella no es más el todo. Milei se presenta como un cambio mucho más profundo. Además, gran parte de sus votos, así como los de Larreta, se justificaban en tanto representaban vehículos potentes para ganarle al kirchnerismo. Más allá de que Milei la superó por un punto y pico, esa percepción cambió”.

3. ¿Milei cambió?

El que responde es Mario Riorda, asesor en campañas electorales. “Hay cambios evidentes en dos sentidos. Por un lado, bajó los tiempos del shock que promovía. Salió a moderar. Por otro lado, salió a radicalizar lo ideológico, por ejemplo, en derechos humanos. Pero también amaga en ir contra el aborto. Combina las dos movidas: moderar en economía, endurecer en lo ideológico”,

4. ¿Qué está sucediendo con Sergio Massa?

Courel sostiene que “el principal problema del gobierno, del peronismo y el candidato es haber perdido la reputación de solucionar problemas y no hay ninguna estrategia en ese sentido. En general, el principal incentivo para votar a un oficialismo en un contexto tan malo es la amenaza que representan sus adversarios. Pero, al menos por ahora, los mensajes son repetidos y no despiertan ni miedo ni esperanza ni interés”.

5. ¿Cómo se confronta hoy con Milei?

Riorda cita a la filósofa Marta Nussbaum. “Ella dice que uno de los errores más importantes cuando llegan líderes radicalizados, es que también el análisis se radicaliza, pero particularmente en contra de los propios votantes. Veo muchísima agresividad contra el votante de Milei. Es un craso error en tiempos en que se solidifica su voto. La interpelación debe ser racional, sosegada y por otro lado apuntando explícitamente, no a la defensa de políticas públicas, sino a la afectación en la vida cotidiana. Es decir, en vez de discutir megapolíticas, discutir la afectación cotidiana. En vez de políticas abstractas, definición de políticas públicas, principios ideológicos, supuestos doctrinarios, más bien deberían discutir la afectación cotidiana de esas políticas. No es lo mismo defender una política sanitaria que saber que mañana debo empezar a pagar el remedio mío y el de mi padre de mi bolsillo. No es lo mismo discutir la reducción del estado que imaginar que en cada provincia quedarán 30.000 personas en la calle con la motosierra, más toda su familia sin ingreso. O que de golpe, en cada provincia se caerán 80.000 a 100.000 ayudas asistenciales de golpe”.

6. ¿Pero Massa tiene que polemizar con Milei?

Entre los consultores no parece haber una opinión unánime. Quevedo tiene una mirada algo distinta. “Está claro que Milei seguirá denunciando a Unión por la Patria (UxP) con el argumento de que es la casta, que son inútiles, que esto es un desastre. Yo creo que Massa sí tiene que mirar a Milei, primero porque será el adversario y segundo porque Massa no gana mucho discutiendo con Bullrich. Y no tiene que discutir con el Milei que habla con sus perros, que tiene el derecho de hacerlo. Tampoco tiene que discutir con el Milei que le delega todo a la hermana. Para mí, debe discutir sobre la dolarización, que es lo que hizo atractivo a Milei. Y también los temas que irritan a la gente: la venta de órganos, el tema ecológico, la mujer, el aborto”.

"A Trump, Bolsonaro y Milei, mientras más los atacan, más crecen, porque se adueñan de la agenda, de los temas y del tono de las campañas -agrega Courel-. El problema es que de repente te justifican la dictadura. Eso desborda el cálculo electoral y se vuelve imposible de ignorar. El aikido -aclaro que no lo practico- propone inmovilizar al adversario sin violencia. Es un combate armónico en el que no hay que perder la posición propia. Cuando tu rival se mueve, hay que hacerlo perder el equilibrio. Lo que quiero decir con esto es que cada vez que Milei asume una postura extrema te da la oportunidad de convencer a los que quedaron afuera de su mensaje".

La síntesis parece ser que el tono debe ser tranquilo y explicativo, apuntando a cuánto va a costar el boleto de colectivo, cuántos despidos habrá, cómo será el recorte en jubilados y pensionados.

7. ¿Patricia Bullrich tiene chances de remontar?

Courel opina que “Bullrich se está larretizando. Es demasiado tarde para abandonar la radicalización que viene trabajando hace años. Tiene que asumir que ya no es más la favorita y aceptarlo. Debe volver a su narrativa original, aunque la acusen de segunda marca. De lo contrario pierde consistencia, coherencia y relevancia. Todo esto de mostrar el eventual gabinete y de ponerse en el medio entre los libertarios y el gobierno la desdibuja por completo”.

“Yo veo a Bullrich como la más descolocada -agrega Quevedo-. No sabe cómo recuperar los votos de Larreta. Hizo algún intento de volverse un poquito más new age. No le va el personaje, pierde fuerza por derecha. La única estrategia que tuvo fue nombrar a Carlos Melconian. Y Melconian hace campaña como si él fuera el candidato a presidente. Eso es un problema. No sé si son anabólicos para la candidata”.

8. ¿Cuál debería ser el centro de la campaña de Massa?

Quevedo lo sintetiza así: “la estrategia de Massa hasta ahora ha sido la de un ministro de Economía, de un funcionario que está respondiendo a la derecha liberal, con medidas proactivas del estado de bienestar, de protección de derechos, créditos blandos, ayudar a las pymes, mejorar este bono, el bolsillo de los trabajadores, de los jubilados, de los monotributistas, prometer el tema del impuesto a las ganancias, etcétera. Pero ese es un Massa ministro de Economía. Falta el otro aspecto de la campaña, que es la movilización popular, la plaza pública, el tener un discurso de una promesa de futuro peronista, porque hasta ahora eso no aparece. Parece un técnico, parece un ministro de Economía con medidas progresistas al lado de las propuestas retrógradas de Milei o de Melconian. Pero le falta la otra pata, la calle. Y ahí falta territorio, ahí la campaña tiene que ir más por el lado de los intendentes y de los gobernadores”.