Brenda Uliarte, acusada y camino a juicio oral como coautora del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, presentó un escrito explosivo en el que introduce el nombre de Gerardo Milman y vincula a su entonces novio, el asesino fallido Fernando Sabag Montiel, con la agrupación violenta Revolución Federal. La joven, presa en la cárcel de Ezeiza, pide que el texto sea tomado como una ampliación de su declaración indagatoria. Lo que busca es despegarse del atentado y mejorar su situación judicial. A la vez deja algunos indicios que podrían llevar a la pata política y financiera del caso, nunca profundizada pese a que aún sigue en etapa de instrucción la llamada "pista Milman", que apunta al diputado de Juntos por el Cambio. La jugada fue anticipada a Página/12 por su abogado Carlos Telleldín, quien ahora reveló que tres de los llamados "copitos" "fueron a apretar a Brenda el domingo a la cárcel para que no hable".

"Yo no sé por qué Nando (Sabag Montiel) hizo esto, pero sí sé que él no es capaz de organizar y hacer todo esto solo, claramente alguien está atrás. Yo nunca vi a Milman pero decían que les pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la casa de Cristina Kirchner. A ver, yo no digo que financiaron el atentado, pero sí financiaban para agitar y armar quilombo. Y (Gabriel) Carrizo sabe todo esto pero va a cubrir a Nando, no quiere tener quilombo con los de arriba, sabe que hay peso pesado". Así dice parte del texto de Uliarte que la abogada Sabrina Mansilla, que integra el equipo de Telleldín, presentó ante el Tribunal Oral Federal 6, que prepara el juicio oral. Allí, además de Uliarte, los acusados por tentativa de homicidio agravado son Sabag Montiel -quien intentó disparar en la cabeza de la vicepresidenta y quien hasta ahora siempre intentó desvincular del caso a Uliarte- y Gabriel Carrizo, jefe del grupo de vendedores de copos de azúcar que integraba la pareja. La misma presentación fue aportada al juzgado de María Eugenia Capuchetti y sería entregada al fiscal Carlos Rívolo con la intención de que se incorpore a la causa o ella pueda ratificarla. La clave será si aporta pruebas y qué dispone rastrear el fiscal. En una indagatoria se puede mentir. 

Antes de nombrar a Milman, Uliarte dice que lo escuchó a Sabag Montiel hablar con "una chica, de nombre Carolina, y cuando le pregunté quién era, me dijo que era la secretaria de un amigo" y "que no le rompa las bolas con los celos. En el mes y medio que estuvimos juntos me la nombró dos o tres veces". El enigma es si se refiere a Carolina Gómez Mónaco, la exMiss argentina asesora del diputado del PRO, que trabajó con él en un cargo clave en el Ministerio de Seguridad, cuando lo dirigía Patricia Bullrich. En la causa, Gómez Mónaco es quien entregó un teléfono celular nuevo casi sin información, y luego se descubrió que tenía otro más. Era el mismo modelo que el que entregó Milman en un supuesto gesto de colaboración, Iphone 14, que salió a la venta después del atentado. Gómez Mónaco es, además, una de las dos mujeres que estaban con el legislador en el bar Casablanca cuando el testigo Jorge Abello lo escuchó decir -dos días antes del atentado-: "Cuando la maten yo estoy camino a la costa". La otra dijo que le borraron el celular en oficinas de Bullrich antes de que fuera secuestrado.  

Uliarte dice que si bien se conocían con "Nando", como lo llama, desde hacía tiempo, llevaban solo un mes y medio en pareja. Ahí -sostiene ella- descubrió que tenía "conflictos de personalidad", era "bipolar", "manipulador". "Sufrí varios hechos de violencia de género", "de echo (sic) si revisan mi celular van a ver que hay fotos mías golpeada", dijo. La discusión habría sido cuando hablaba con "Carolina" y su defensa pediría rastrear las conversaciones por la fecha. El problema es que el celular de Sabag quedó dañado y el de Gómez Mónaco, si es que se trata de ella, no se puede analizar.  

Revolución Federal

Por las expresiones de Uliarte sobre Revolución Federal, su escrito también tendrá impacto en el expediente donde se investiga a esa organización por sus acciones violentas y amenazas, incluso la de matar a CFK, en charlas en Twitter Spaces. Esa causa tramita escindida de la del atentado porque ni Capuchetti ni la Cámara Federal quisieron unirlas. La querella de Juan Grabois pedirá al juez Marcelo Martínez de Giorgi y el fiscal Gerardo Pollicita que en ese expediente citen a Uliarte como testigo, por lo que allí estaría obligada a decir la verdad. 

¿Cómo relaciona Uliarte a Sabag Montiel con Revolución Federal? "Yo fui un solo día a las sede de Revolución Federal, a vender copitos, que me llevó Fernando. Él era parte de todo eso, yo no. De hecho, si le preguntan a los miembros de Revolución Federal nadie me conoce, o si me vieron, fue alguna vez vendiendo en algún acto, no porque me interese el acto en sí, sino porque se vendía re bien", dice Uliarte. 

En la causa del atentado hay un diálogo en el que Sabag Montiel proponía al resto de los "copitos" ir a vender algodón de azúcar a la marcha de antorchas convocada por Revolución Federal frente a la Casa Rosada el 18 de agosto del año pasado. Su excusa era Uliarte: "Como es un movimiento político que es muy referente a lo que está pasando con la actualidad de Brenda, de los planes y tiene todo que ver con el tema, va a tener una repercusión hoy en la Plaza. Por eso, no sé si se podría trabajar hoy, o hacer una cantidad de copos como para ir", dijo en un grupo "de trabajo" creado en WhatsApp por Carrizo. Uliarte posteó desde Instagram dos fotos suyas en esa movilización, vestida con calza y remera a rayas pero sin copos. "Faltan muchas personas, tenemos que ser muchos gritando para que nos escuchen. No podemos seguir dormidos mientras ellos se cagan en nuestros sueños...", escribió. Ella habría estado el 9 de julio en otra marcha de ese grupo que tenía como referentes a Jonathan Morel y Leonardo Sosa. En otra marcha de Revolución Federal, aquella en que llevaron una guillotina a Casa Rosada, el que sí estuvo fue Milman, junto a otros referentes de JxC. "A Morel no lo vi nunca personalmente -sostiene Uliarte-. Estuve muy poco tiempo con Nando y todo lo que sé de ellos y Revolución Federal es porque me lo contaba él".

Uliarte junta todo: "Los copitos quieren hacerme quedar a mí como que yo lo mandaba y es totalmente mentira, lo están cubriendo para que no se sepa la verdad de cómo era él y de los contactos que él tenía. Yo no puedo asegurar que a él lo financiaron para que mate a alguien, pero en dos oportunidades me contó que sí financiaban a Revolución Federal. Había gente contactada al gobierno anti k (sic), que pagaban para que vayamos a las marchas, y a los actos, en realidad le pagaban a él y él me llevaba a mí". 

Entre los intercambios de WhatsApp que integran la prueba, hay varios que van a contramano de esta versión de la chica. El 27 de agosto de 2022, el día que Horacio Rodríguez Larreta valló la cuadra del domicilio de CFK y creció la multitud que iba a respaldarla en medio del juicio conocido como "Vialidad" (donde el fiscal Diego Luciani había pedido para la vicepresidenta una pena de 12 años de cárcel e inhabilitación perpetua para cargos públicos), Sabag Montiel fue a hacer su primer intento de asesinato. De las conversaciones con Uliarte se desprende que no se atrevió o no pudo. Ella le indicaba: "La onda es que metas el corchazo y te escapes". Pero él le decía que la vicepresidenta ya había entrado a su casa y estaban las cámaras de C5N, entre otras cosas. "Ya se me… metió adentro y el escenario y el anfiteatro lo sacaron, y estuvo… le toqué la espalda a Axel Kicillof y se metió a un Toyota Etios (...)  ya fue, dejá, voy para allá, no traigas nada", le dijo Sabag. 

Más temprano ese día Uliarte le había enviado mensajes a su amiga Agustina Díaz: “Hoy me convierto en San Martín. Voy a mandar a matar a Cristina… Me re pudrí que hablen y no hagan nada. Yo si voy a hacer. Se me metió el espíritu de San Martín en el cuerpo”.  No era la primera vez que mencionaba el tema: "Voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina", le dijo el 4 de julio. Le comentaba lo mismo a su amigo Nacho, que intentaba disuadirla. “Es cuestión de organización y hacer como un caballo de Troya. Y bueno, buscate una tibia como vos. Yo no soy tibia. Estoy hirviendo”, le retrucó. Según Uliarte, las charlas con Agustina están "sacadas de contexto". "Hablábamos sobre la situación del país, o mi desacuerdo con algunas políticas (...) hacíamos chistes con políticos, entre ellos Cristina, pero nunca tuve intenciones de hacerle daño y nunca creí que Nando iba a llegar a hacer una cosa así. Él siempre decía que la quería ver muerta, que había cagado al país, pero eso piensan muchos".

El 1º de septiembre 

Esta es la primera vez que Uliarte ofrece su versión del día del atentado. No lo hizo cuando fue indagada. Su defensor oficial era Gustavo Kollmann, a quien ahora cuestiona. Telleldín apareció en la causa cuando estaba a punto de ser elevada a juicio. Intentó que la chica declarara antes pero Capuchetti le ganó de mano con la elevación. "Ese día Nando estuvo raro, era jueves. Estaba haciendo UBA XXI Medicina, el CBC. Cuando me mostró el arma, al principio pensé que era una réplica, ese día Fernando me apuntó con el arma y me decía 'ahora sí quiero te mato, ahí me dio miedo, si bien tuvo situaciones violentas conmigo, nunca me había apuntado, traté de tanquilizarme (...) en ese momento me empezó a amenazar, me dijo 'vamos acompañame o te mato'". Contó que salieron de la casa, fueron al Abasto, a pagar unos tatuajes y luego a Juncal y Uruguay. "Llegamos al acto y cuando vi que se acercaba lo agarré del brazo y le dije que no lo haga, que ya está la joda, que el chiste no era gracioso y que me estaba dando miedo, me llamó cobarde". Según ella, cuando se dio cuenta "de que realmente lo iba a hacer, que iba derecho a Cristina", se fue hacia la esquina, pidió ir al baño, preguntó como ir al Obelisco y llamó a su primo Martín Uliarte, que es policía bonaerense. Se tomó el tren y fue a la casa de su expareja Lucas Ocampos, a quien no le dijo nada.

Desde entonces hasta su detención tres días después, una de las cosas que hizo fue ir a Telefé con Carrizo y los copitos a despegarse. Dijo que no sabía que Sabag tenía un arma, que no había estado ese día con él, que nunca pensó que haría algo así y que tenía miedo de no poder trabajar. En el relato que entregó su letrada dice que vive "un infierno por él (Sabag Montiel) y sus decisiones y es evidente que los copitos lo defienden". Telleldín relató a este diario que el domingo aparecieron en el penal de Ezeiza los integrantes del grupo Miguel Castro Riglos, Sergio Orozco y Lucas Acevedo. El ingreso al penal existió, según pudo confirmar Página/12. "Ella no había pedido visita, creyó que podía ser algún familiar. La fueron a apretar para que no declare y cambie de abogado. Le decían que no confíe en su abogado actual y que tenían alguien que la iba a defender mejor: Fernando Burlando".