El primer ministro de Haití, Ariel Henry, celebró la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de enviar al país una fuerza internacional para atender la crítica situación de seguridad generada por el accionar de las pandillas. La resolución, aprobada con 13 votos a favor y las abstenciones de Rusia y China, impone también un embargo de armas ligeras, que hasta ahora solo se aplicaba a los líderes de las bandas criminales que actúan en el país. 

"Recibo con satisfacción la votación de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad", expresó Henry en la red social X. "Me gustaría agradecer al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, así como a los gobiernos estadounidense y ecuatoriano por redactar el texto de la resolución y votarla", agregó el primer ministro.

El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló que esta misión creará las "condiciones de seguridad necesarias para la estabilidad y el crecimiento a largo plazo" de Haití. El ministro de Relaciones Exteriores de Kenia, país que encabezará la fuerza, pidió una misión "eficaz" para llevar no solo paz y seguridad, sino para reconstruir el país.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el lunes el envío de una fuerza internacional de seguridad a Haití en una decisión calificada de histórica y solicitada por el propio gobierno haitiano para frenar la violencia de las bandas criminales. Las fuerzas ayudarán a garantizar el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria que necesitan millones de haitianos. 

El acuerdo tendrá una vigencia de doce meses, aunque no se fijó por el momento la fecha de inicio del despliegue. La ONU recordó que más de tres mil personas fueron asesinadas en Haití en lo que va del año y hay más de 1.500 casos de secuestro. Unas 200 mil personas huyeron de sus hogares y las agresiones sexuales a mujeres y niñas a manos de grupos armados siguen aumentando.