A casi 40 años del retorno de la democracia, cuando la consolidación del proceso argentino de Memoria, Verdad y Justicia es un ejemplo a nivel internacional pero los discursos negacionistas intentan paradójicamente abandonar la marginalidad para reinstalarse en el espacio público, el ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro difundió un breve video con el testimonio de Vera Vigevani de Jarach, histórica militante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que el ministro del Interior definió como “el mejor antídoto contra el negacionismo”. “Frente a los grandes peligros, cada uno tiene su responsabilidad”, recuerda Jarach, nieta de un judío italiano deportado a Auschwitz durante el nazismo y madre de una joven desaparecida en la ESMA durante el terrorismo de Estado. “Nunca más el silencio, nunca más el odio”, aconseja desde sus 95 años plenos de lucidez, y envía un mensaje a los jóvenes para que nunca bajen los brazos: “Fuerza, coraje, voluntad y esperanzas”.

“Estuve leyendo tu historia y es asombrosa”, arranca De Pedro, a quien Vera, con barbijo y su pañuelo blanco de las Madres sobre la cabeza, aprieta su mano con las suyas. El video, editado sin respiros para las redes sociales, continúa con el relato en primera persona de Jarach.

“Yo me llamo Vera, soy una Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Tengo una hija desaparecida que recién terminaba su secundario y que se llama, lo digo en presente, Franca”, recuerda Jarach, que lleva casi medio siglo de incansable militancia en el movimiento de derechos humanos. Luego cuenta que recién veinte años después del secuestro de Franca, ocurrido el 25 de junio de 1976, pudo conocer “el paradero” de su hija: su cautiverio en la ESMA, el principal centro clandestino de la Capital Federal, y “su destino final (en) uno de los vuelos de la muerte”, la marca registrada del genocidio argentino.

El relato continúa por la primera parte de su tragedia familiar, en Europa, casi cuarenta años antes. “Soy una judía italiana, me salvé de la Shoá (Holocausto) gracias a que mi familia se refugió en la Argentina en marzo de 1939. Pero mi abuelo se quedó en Italia y terminó en Auschwitz”, continúa con su relato. “Muchos años después, en otra situación, otro país, uno muy lejos del otro, mi hija tuvo un destino parecido porque también fue a un campo de concentración”, recuerda. Y concluye: “Esto demuestra que hay que estar muy atentos, porque las cosas a veces pueden volver a suceder”, alerta.

Cuatro palabras

Lo que sigue, a pedido de De Pedro, que también es víctima directa del terrorismo de Estado, hijo de desaparecidos y uno de los fundadores de la agrupación H.I.J.O.S., es un mensaje de Jarach para el presente y para la posteridad: “No hay que sentarse. Frente a los grandes peligros, cada uno tiene su responsabilidad. Hay que unirse frente a las tragedias del mundo. Las pasadas, recordarlas y que no las nieguen”, enfatiza la dirigente de Madres, de extensa trayectoria como militante de derechos humanos y antes como periodista y escritora. “Nunca más el silencio, ante todo, y nunca más el odio”, enseña. Y resume en cuatro palabras su mensaje hacia los más jóvenes: “Fuerza, coraje, voluntad y esperanzas”.

“Vera Jarach es una Madre de Plaza de Mayo militante por los derechos humanos que sobrevivió a dos genocidios. Su testimonio es el mejor antídoto contra el negacionismo”, escribió De Pedro, que difundió el testimonio en la red X, ex Twitter. “Memoria, Verdad y Justicia. Y como dice ella: nunca más el odio, nunca más el silencio”, completó.