De cara a las elecciones presidenciales de este domingo, los candidatos tienen apoyos, incluso internacionales. En el caso de La Libertad Avanza, la fuerza de Javier Milei recoge adhesiones de la extrema derecha internacional. Incluso hay una delegación en Buenos Aires, con Eduardo, el hijo de Jair Bolsonaro, y el pinochetista chileno José Antonio Kast. También llegaron tres dirigentes de VOX, el partido ultraconservador español.

Una de las caras de VOX es Javier Ortega Smith. No vino a la Argentina, pero vía Titter mandó su mensaje. "Este domingo 22 de octubre, la Argentina se juega su futuro. Podemos seguir pensando en las viejas recetas, los liberticidas (sic), los que odian el progreso y la economía, esa extrema izquierda rancia del socialismo", dice a cámara mientras de fondo suena una versión de El verano de Vivaldi.

Aunque hay una opción: "O dar un paso al frente decididamente, como la candidatura de mi buena amiga Victoria Villarruel, que junto con Milei en La Libertad Avanza han sido valientes y han apostado porque la Argentina de una vez por todas rompa las amarras de un futuro que la empobrece".

En el final, mandó "todo mi apoyo" y "todo mi cariño", cerrando con el "viva la libertad, carajo" del economista y candidato. 

Un ultra buscado en Gibraltar

Nacido en Madrid, Ortega Smith, hijo de madre argentina, es abogado y uno de los fundadores de VOX, partido que reivindica el franquismo, la xenofobia, la homofobia, niega el cambio climático, combate las políticas de género y acusa de  "comunista" a todo lo que tiene enfrente. Es vicepresidente de la fuerza liderada por Santiago Abascal y ocupa una banca en el parlamento español. 

Siendo concejal en Madrid, en 2019 fue repudiado por boicotear el acto del Día Internacional contra la Violencia de Género. "No vienen a reprobarme a mí, sino a amordazar a todos aquellos que legítimamente quieren darle voz a esa España silenciada a la que ustedes han silenciado durante décadas", fue su respuesta.

También fue criticado cuando se reveló en marzo de 2020 que, al comienzo de la pandemia de coronavirus, había dado positivo. Ortega Smith venía de estar en Italia unos días antes y había estado en un acto de VOX con varios miles de personas, repartiendo besos y abrazos. 

Antes de su derrotero político protagonizó un hecho que aun tiene resonancias. En 2014, fue a Gibraltar y se llevó un bloque de hormigón de un arrecife artificial de la zona, bajo el pretexto de que impedía operar a los barcos de pesca españoles. La piedra está en las oficinas de VOX exhibida como si fuera un trofeo de guerra.

Las autoridades británicas emitieron una orden de captura que solamente es válida en Gibraltar, y por la cual el diputado ultraderechista podría ser condenado a diez años de cárcel. Aun así, Ortega Smith fue nadando hasta el peñón en 2018 para poner una bandera española.

Poco antes de las elecciones de 2019 pasó por Buenos Aires y habló en un acto en el Círculo Militar, acompañado por Villarruel. Allí explicó la génesis y el desarrollo de VOX. Cuatro años después, su réplica local quiere gobernar la Argentina