Juntos por el Cambio parece encaminarse a una ruptura. Sobre el final de un día agitado, con la coalición opositora al borde de la disolución total, apareció Horacio Rodríguez Larreta, el último actor de peso que faltaba pronunciarse, y dejó claro que la reconfiguración del espacio prescindirá de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, líderes del sector de halcones que se encolumnó tras Javier Milei. El jefe de Gobierno disparó contra el líder del PRO, lo acusó de arreglar una reunión con el libertario en secreto y ratificó que sus propuestas son "un salto al vacío". En el mismo movimiento, se desmarcó del oficialismo y negó que vaya a ocupar un cargo en un eventual gabinete de Sergio Massa. El alcalde saliente hizo un llamado a la unidad de lo que queda de JxC y apunta a consolidarse como oposición con apoyo de sus gobernadores, que estaban reunidos en ese momento consensuando sumarse a la neutralidad.

Solo, sin más funcionarios del Gobierno de la Ciudad, ni otros integrantes de JxC, Larreta ingresó al hall central de Uspallata 3160 con una premisa concreta: diferenciarse de Macri y Bullrich, el tándem halcón que encabezó el alineamiento de una parte de la coalición con Milei. “Las dos opciones que tenemos para el balotaje son muy malas para todos los argentinos”, aseguró y recordó sus diferencias con una y otra de las alternativas que se presentan en la segunda vuelta. De Massa dijo que es "la reelección del populismo kirchnerista" y en ese sentido sostuvo: "No hay ninguna posibilidad de que yo integre un gobierno kirchnerista". Al diputado ultraliberal, en tanto, le dedicó una contundente respuesta al largo historial de insultos que recibió. "Milei está en los bordes de la democracia. Sus ideas son malas, son peligrosas. Además, agravada por las formas. Construyó su carrera en base a la agresión", afirmó.

"Apoyé a Patricia hasta al final", señaló quien había aceptado ser jefe de Gabinete en caso de que Bullrich llegara a la presidencia. Pero la realidad, a solo tres días de la primera vuelta, los encuentra tomando caminos divergentes. Según Larreta, fue en la mañana del miércoles que se enteró que la titular del PRO saldría a respaldar públicamente al candidato libertario. Al sector que representa el jefe de Gobierno le habían negado la posibilidad de una discusión institucional de su partido por segundo día consecutivo. Más aún, aseguró haberse "desayunado con mucha sorpresa" el encuentro de la noche anterior entre Macri, Bullrich y Milei, que selló la alianza con el líder de La Libertad Avanza: "No sabía nada. Fue una reunión entiendo a medianoche, en secreto. No sé qué acordaron, qué arreglaron, ni idea".

Fue una luz verde para cuestionar abiertamente a las dos figuras que le marcaron la cancha en la campaña pre PASO. "Yo no me creo eso de que los argentinos van a votar lo que yo les diga, los que a mí me votaron", dijo en clara alusión a Bullrich, que se arrogó los seis millones de votos de JxC, como cabeza de la fórmula presidencial. En tanto que reconoció que "Macri le dio aval a Milei" durante los últimos meses, erosionando las posibilidades de diferenciarse de ese espacio.

Tras la derrota electoral y con Macri fuera del panorama, el futuro de la coalición es la incógnita a despejar. Larreta, que en el pasado fue duramente cuestionado por intentar cerrar una alianza con Juan Schiaretti, apunta a robustecer el espacio "lo más grande y fuerte posible para ser oposición", apelando a los diez gobernadores electos como bastión del poder de JxC de cara a los próximos cuatro años. "No le voy a decir a la gente a quien votar. Yo solo puedo pedir perdón por no haber podido dar a la Argentina una alternativa a la altura de lo que se necesitaba", afirmó. Y en esa línea, reconoció que en JxC "nos debemos una reflexión, una autocrítica, un aprendizaje conjunto en las formas de decidir, en las posiciones que tomamos. Así como funcionamos, así nos fue". 

Informe: Diego Castro Romero