El Poder Ejecutivo designó al frente de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), el órgano clave en el control del funcionamiento del Estado, al abogado macrista y ex funcionario del Gobierno de la Ciudad, Alberto Gowland. De esta manera, el presidente Mauricio Macri oficializó los cambios anunciados a mediados de agosto en la conducción de la Sigen con las salidas de Ignacio Rial y Roberto Ameijenda, síndico general y síndico adjunto, respectivamente, y la designación de Gowland como nuevo titular del organismo de control que, según lo establece la Ley 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional, “es el órgano rector del sistema de control interno del Estado”, tal como reza la web oficial de la Sindicatura.

Gowland cumple a rajatabla con el ADN del funcionario PRO y le garantizará a la alianza gobernante una alineación absoluta de la Sigen a los pedidos del Ejecutivo. Egresado del Cardenal Newman, abogado de la UCA, desembarcó en la gestión pública con la llegada de Macri al Gobierno porteño, en 2007, cuando se desempeñó como Director General Adjunto de Asuntos Jurídicos de la Procuración General hasta 2009. 

Tal como indica su CV, en la década del ‘90 se desempeñó como integrante del estudio Bonchil, Fernandez Madero & Duggan. Uno de los socios de esa firma se convirtió luego en el representante legal de la empresa brasileña Odebrecht en la Argentina. Justamente la Sigen tiene en sus manos el rol de revelar si hubo o no irregularidades en los contratos con la constructora. 

Gowland fue candidato a diputado por Recrear, el partido de derecha conservadora que encabezaba Ricardo López Murphy y que tenía a Esteban Bullrich como figura prometedora. Su relación con Bullrich le garantizó la llegada al entonces jefe de Gabinete del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y al secretario de Transporte, Guillermo Dietrich. Es más, el flamante titular de la Sigen fue uno de los creadores e impulsores del G25, el think tank con el que Dietrich y Bullrich se propusieron “cazar” dirigentes de empresas privadas para que formaran los equipos de gobierno.