Milesde Gutemaltecos han salido ala calle esta semana para exigir la renuncia de tres funcionarios judiciales, a quienes acusan de conspirar para robar a Bernardo Arévalo su triunfo en las elecciones presidenciales en la segunda vuelta electoral el 20 de agosto de 2023.

Pese a que sus nombres hacen parte de una lista de actores corruptos y antidemocráticos elaborada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, estos tres funcionarios: la fiscal general Consuelo Porras, el fiscal de la Oficina Especial Contra la Impunidad Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana, rechazan la toma de posesión de Bernardo Arévalo, cuyo partido, Semilla, propone un programa anticorrupción.

Desde los inesperados resultados logrados por Arévalo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 25 de junio, y más aún desde su victoria en la segunda vuelta, el 20 de agosto, estos tres funcionarios han multiplicado sus llamados para invalidar los resultados de esos comicios.

Primero, la fiscal Porras intentó suspender al partido Semilla por supuestas irregularidades, pero dicha suspensión fue invalidada por el Tribunal Electoral. Ella volvió a la carga nuevamente, abriendo una investigación sobre un presunto fraude.

 Con ese pretexto su oficina ordenó la incautación de las urnas que contenían los votos de la primera vuelta electoral. Decenas de cajas fueron incautadas y abiertas por empleados de la fiscalía, una acción que el director del Tribunal Electoral calificó de acción ilegal y sin precedentes.

Estas acciones son la manifestación de una lucha política disfrazada de argumentos jurídicos, dice Jahir Dabroy, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales de Guatemala. "Incluso quienes siguen de cerca esta historia han perdido la cuenta de los procedimientos judiciales", explicó a Radio Canadá. "Se trata de una estrategia de una clase política ligada a la corrupción y al abuso de autoridad que intenta hacer pasar por legales cosas que en realidad no lo son."

Además del piquete que lleva 27 días alrededor del Ministerio Público en Ciudad de Guatemala,  las comunidades mayas de Sololá realizan protestas en la carretera Interamericana para exigir la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, informó la cadena Telesur. 

En Santa Cruz del Quiché cientos de personas se manifestaron exigiendo que se respete los resultados de las elecciones generales, mientras otros grupos se congregaron en el plantón frente al Ministerio Público. Asimismo, sobrevivientes del genocidio de las Comunidades de Población en Resistencia (CPR) de la Sierra norte sur se movilizaron hacia la capital guatemalteca el jueves en contra del golpe judicial.

La clase política que controla el poder en Guatemala está tratando de reparar el descuido cometido al haber permitido que el partido Semilla participe en las elecciones, destacó Dobray. Cientos de candidaturas fueron invalidadas antes de la votación del 25 de junio, incluida la del favorito, Carlos Pineda, descalificado un mes antes, y otros dos candidatos importantes, Thelma Cabrera y Roberto Arzú.

El partido de Bernardo Arévalo, Semilla, que obtuvo un tres por ciento de apoyo según las encuestas, no era considerado como una amenaza y por lo tanto no fue molestado por los tribunales. Sin embargo, la exclusión de otros candidatos catapultó repentinamente a Semilla al primer plano.

Arévalo viene pidiendo desde hace una semana la renuncia de Porras. “A la Fiscal le hemos pedido que renuncie y se lo seguiremos pidiendo”, dijo el político del Movimiento Semilla elviernes pasado durante el acto de conmemoración de la Revolución de 1944, liderada por su padre.

"La Fiscalía es la herramienta de los corruptos que se niegan a aceptar el veredicto del pueblo de Guatemala, que ya se dio en las urnas”, señaló Arévalo y sumó que el actual mandatario, Alejandro Giammattei, no tiene “la más mínima intención de buscar algún arreglo” que garantice el traspaso democrático.

Estados Unidos advirtió que aplicará sanciones y  otras “herramientas” sobre Guatemala si no se respeta el orden democrático y no se garantiza el traspaso demando y la asunciónde Arévalo. 

“Tenemos otras herramientas de sanciones más sectoriales que si llega el momento en que hay una ruptura en el orden democrático, ustedes ya han visto en otros países que las hemos usado,” advirtió este miércoles Brian Nichols, subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del gobierno de Joe Biden.

"Guatemala vive un momento muy frágil...el pueblo guatemalteco ha ganado el derecho de escoger a sus líderes a través del voto libre y secreto, y hay fuerzas tratando de impedir una transición democrática. Eso no se puede permitir,” señaló el funcionario del Departamento de Estado a cargo de la región de América Latina y el Caribe.  

Nichols, se reunió con Arévalo y su vicepresidenta, Karin Herrera, en la capital guatemalteca en el marco de una gira del funcionarioestadounidense que también incluyó una visita a El Salvador.

“Compartimos con el presidente electo Bernardo Arévalo nuestro firme compromiso para apoyar el proceso democrático de Guatemala y promover la transición pacífica a su administración el 14 de enero. Espero trabajar más con su equipo cuando asuma el cargo”, dijo Nichols en un mensaje que luego publicó la embajada de EEUU en la nación centroamericana.

Por su parte, Arévalo ahondó sobre los temas tratados, como “democracia, gobernabilidad, inversión y desarrollo”, según contó en su cuenta en la red social X.

La Organización de Estados Americanos, Estados Unidos y la Unión Europea han expresado preocupación por la situación y denunciado los intentos de socavar los resultados electorales.  A pedido de la presidencia guatemalteca, la OEA también encabezará una misión de mediación para intentar llegar a un consenso entre las distintas partes. "No podemos permitir que una fiscalía sin competencia electoral rompa nada, y menos rompa las instituciones y la Constitución del país," advirtió Luis Almagro, secretario general de organismomultilateral americano.