A River le cuesta jugar bien de visitante pero al mismo tiempo, si se mira la tabla, parece que no le cuesta ganar en la Copa de la Liga: se impuso en 7 de 11 partidos jugados, siendo el que más victorias consiguió en su zona.

Ante Gimnasia, el equipo de Demichelis jugó tal vez uno de los peores primeros tiempos del torneo: no le encontraba la vuelta al juego, perdía 1 a 0 y parecía condenado irremediablemente a la derrota, pero con un poco de suerte y con la jerarquía de Salomón Rondón, logró dar vuelta el resultado. Las buenas atajadas de Armani también contribuyeron a la obtención de la victoria que le permite sostenerse cómodamente en la punta de la tabla.

Gimnasia se puso en ventaja a los tres minutos en una rápida jugada de contraataque coronada por Tarragona y justificó ampliamente esa ventaja (y pudo ampliarla) en los 45 iniciales. Bien plantado atrás, solucionaba sin dificultades los centros de Simón que era la fórmula de ataque repetida. A Borja lo tomaban bien, Barco no encontraba compañía y Lanzini y Nacho Fernández insinuaban pero no concretaban nada. El equipo local, tranquilo atrás, mandaba en el medio con el trabajo de Saravia (gran producción) y De Blasis e inquietaba arriba con Tarragona y Ramírez, que se filtraban en los huecos defensivos rivales. River mandaba permanentemente al ataque a Simón y Enzo Díaz (muchas veces en simultáneo) y a las espaldas de ambos quedaban estancias que no podían cubrir González Pirez y Paulo Díaz.

A los 12 del segundo tiempo, Demichelis mandó a la cancha a Solari, Rondón y Colidio por Enzo Fernández, Borja y Aliendro y con el diario del lunes puede decirse que la extraña apuesta le salió redonda.

Primero fue una carambola. A los 30, tras un córner desde la izquierda cabeceó Rondón, rechazó Durso, pateó Colidio, la pelota se desvió en Paulo Díaz, descolocó al arquero del Lobo y fue el empate.


Después, cuando el local se sacudía para ver cómo asimilaba el impacto del gol imprevisto, volvió a entrar en escena el venezolano, quien clavó un zapatazo inatajable en un ángulo. Con el cabezazo del primer gol y el tiro de gracia del segundo, Rondón se convirtió en el gran protagonista de la tarde eclipsando a Saravia, a Tarragona y se subió a lo más alto del podio en el que también hubo un lugarcito para Armani, que certificó su condición de gran atajador.

River (84 puntos en la tabla anual y cómodo líder de la Zona A con 23) sueña con el doblete en los torneos locales. Tiene mucho banco y por eso suma tantos puntos. Aunque a veces no juega nada bien.

Gimnasia (44 en la tabla anual, a cuatro del descenso; y 14 en la Copa de la Liga) sigue envuelto en sus fantasmas y más cuando siente que pierde sin merecerlo.