Un informe de Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICad) muestra, de acuerdo con información de la Dirección Nacional Electoral, que Unión por la Patria,  Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza tuvieron una cantidad similar de telegramas electorales que arrojaban "cero votos" en la jornada del 22 de octubre. De esa manera, el CICaD se encargó de echar por tierra uno de los argumentos con los que voceros y simpatizantes de la Libertad Avanza buscaron denunciar fraude electoral. 

Según el informe del CICaD, en la primera vuelta electoral el partido La Libertad Avanza tuvo "cero votos" en 1.669 telegramas electorales, mientras que Unión por la Patria obtuvo el mismo resultado en 1.652 telegramas y Juntos por el Cambio en 1.675. La organización que busca promover la participación ciudadana en los procesos electorales, explicó por qué ocurren estas comunicaciones de los resultados electorales.

No se trata de la primera vez que la fuerza política de Javier Milei agita el fantasma del fraude electoral. En la previa de la primera vuelta, La Libertad Avanza alertó por la posibilidad de robo de boletas, de boletas falsas y de manipulación de lo datos del escrutinio. Estas denuncias mediáticas, merecieron la apertura de una investigación preliminar por parte de justicia federal con competencia electoral. 

Tras el proceso electoral, las denuncias por parte de los voceros de la ultraderecha no cesaron, entonces fue la Cámara Nacional Electoral la que emitió un comunicado desmintiendo las denuncias y advirtiendo que se trató de "invocaciones de fraude sin fundamento que en estos días desinforman a la opinión pública y socavan a la democracia como sistema de creencias compartidas".  

Según explica el CICad, en su informe "Microfraude, telegramas con cero votos, escrutinio definitivo y confusión",  el conteo de votos comienza cuando la urna se abre y el presidente de mesa, junto a su auxiliar y con la observación de los fiscales, cuentan los sobres en la urna y los comparan con el número de votantes. Finalizada esta tarea, se cuentan los votos emitidos por cada agrupación política.

Tras el conteo de los resultados, cada mesa confeccionan tres documentos claves: un acta de escrutinio, un certificado de escrutinio y un telegrama. Este último es el que se entrega al Correo, que lo transmite a la Justicia Electoral y a la Dirección Nacional Electoral, para realizar el escrutinio provisorio y la difusión de los resultados electorales en la misma noche de la elección. 

Sin embargo, este escrutinio no tiene validez legal y nunca cubre el total de las mesas, ya que existe una pequeña proporción de telegramas que no llegan a ser enviados, que tienen errores de confección o que quedan sin completar. Luego se abre el tiempo del escrutinio definitivo, que se realiza sobre el acta de escrutinio, y lo lleva adelante la Justicia Nacional Electoral de forma descentralizada, es decir, está a cargo de los jueces federales en las PASO y de las juntas electorales en las generales y el balotaje.

"Los números del escrutinio provisorio y definitivo pueden diferir porque este último incluye resolución de observaciones e impugnaciones; incluye votos en el extranjero, privados de la libertad y fuerzas de seguridad del comando electoral; corrige errores de telegramas", señala el CICaD y asegura que lo ocurrido en la primera vuelta repite una tendencia de elecciones anteriores y se trata de "un porcentaje bajo de mesas con cero votos sobre el total de mesas disponibles y repartido de manera similar entre los distintos partidos".