El 2016 fue, para Radio Nacional, el año en el que la emisora vivió en tensión permanente. Desde la asunción de las nuevas autoridades, la radio estatal transitó por un clima convulsionado, que se inició con la decisión de dar de baja a conductores y periodistas que había dejado contratados la gestión anterior, acompañada de ataques personales, llegando incluso a la situación de ventilar montos de contratos. La renovación total de la grilla tuvo una consecuencia palpable: Nacional cayó estrepitosamente en la audiencia, perdiendo cerca del 70 por ciento de los oyentes que tenía en 2015, cuando se ubicaba entre las cinco emisoras de AM más escuchadas. Cuando parecía que lo peor de la tormenta había pasado, una nueva decisión encendió las luces de alarma entre los pasillos de las 50 emisoras en todo el país que forman parte de la red pública: las nuevas autoridades anunciaron que en 2017 habrá una “señal federal”, cuya programación se replicará en todas las FM provinciales estatales. Bajo ese paraguas, en las últimas horas se supo que no se le renovará el contrato a Max Delupi, el humorista –crítico del gobierno nacional– que desde hacía cinco años estaba al frente de La Coca es pa’l fernet, en la trasnoche de la emisora.

“No echamos a nadie sino que no renovamos un contrato que vence el 31 de diciembre”, explica la directora de programación, Ana Gerschenson, ante la consulta de PáginaI12, sobre los motivos de la que llevaron a que el programa no continúe en 2017. “La discontinuidad  no obedece a cuestiones políticas, sino a una decisión artística para hacer lugar a la grilla federal. En su lugar habrá un programa desde San Juan. La prueba de que no hay nada político detrás es que a Horacio Pagani tampoco se le renovará el contrato, porque la tira diaria deportiva saldrá el año que viene desde Santa Fw”, ejemplifica la directora. Lo llamativo es que la decisión entra en contradicción con el espíritu “federal” de la nueva grilla, ya que La Coca es pa’l fernet es un ciclo que se realiza desde Córdoba, con humoristas de esa provincia.

“Las autoridades tienen derecho a planificar la programación que quieran, porque fueron elegidos para eso, pero hay cosas que no cierran”, reflexiona Delupi, el conductor del ciclo. “Quieren hacer una grilla más federal –desarrolla a PáginaI12– y para incluir un ciclo de San Juan levantan uno de Córdoba. ¿No deberían ‘levantar’ uno de los que se hacen desde Buenos Aires, si lo que buscan es federalizar? Qué casualidad que después de haber hecho un editorial sobre Fidel Castro, al día siguiente me avisan que no seguimos. Era un programa que tenía cinco años al aire, y no nos ofrecieron ni otros horarios ni seguir en otros ciclos. Ni siquiera fue la directora la que nos despidió. Incluso, le pedí charlar cinco minutos y tampoco me respondió el mensaje. No creo que merezcamos ese trato.”

En efecto, según pudo saber PáginaI12, la grilla “federal” también afectará a otros programas nocturnos, como Charlemos, el ciclo de Gustavo Noriega, y 2x1, que conduce Osvaldo Bazán. Sin embargo, a diferencia de Delupi, a ellos sí les ofrecieron continuar en la emisora. Mientras que a Noriega le propusieron hacer un ciclo de libros los fines de semana, a Bazán buscan convencerlo para que se encargue de las tardes de Nacional.

La creación de una nueva “señal federal” para que se escuche en todo el país levantó polémica. Las autoridades defienden la medida señalando que por primera vez convivirán en una misma grilla programas realizados en la ciudad de Buenos Aires con otros producidos en las provincias. Quienes están en contra argumentan que la obligatoriedad a que todas las FM provinciales retransmitan esa señal hará perder puestos de trabajo de quienes hasta ahora realizan programas propios de contenido local en esas frecuencias. La pregunta, en todo caso, es: ¿resulta más “federal” transmitir en todo el territorio nacional una misma programación con fuerte anclaje porteño de contenidos y perspectiva, o acaso no respeta más la rica variedad cultural y social argentina la descentralización en programaciones locales, que reflejen las particularidades e intereses de cada ciudad?

“Nuestra propuesta federal –cuenta Gerschenson– es que cada estación tenga una señal local, que ahora será la AM. Esa será la radio local con programación propia. Y desde ahora la FM de cada lugar será la que va transmitir la señal federal, con ciclos desde diferentes puntos del país.” Al consultarle sobre qué ciclos y desde qué provincias se sumarán a la programación, la directora enumera que “a la tira deportiva desde Santa Fe se le sumará uno sobre Malbec desde Mendoza, probablemente otro de responsabilidad social empresaria desde Usuahia, estamos pensando que haya alguno desde Jujuy”. El temor de muchos trabajadores es que esa grilla “federal” continúe teniendo un fuerte peso porteñocéntrico. Es decir: que los horarios de prime time y la mayor parte de la programación siga produciéndose en Buenos Aires. “Habrá mucha participación federal en la programación nocturna”, adelanta.

¿Qué pasará, entonces, con las programaciones locales que hasta ahora se emitían por las FM provinciales? “No nos metemos en las grillas locales, no participamos, serán diseñadas por los directores de cada lugar”, subraya Gerschenson. Además del temor a que la grilla “federal” no tenga más que algún maquillaje provincial, una de las críticas radica en que históricamente en las provincias la FM estatal era la que contenía la grilla local. La decisión de que ahora sea la AM la emisora local no sólo afectará esa costumbre: también la perjudicará en términos técnicos, ya que el sonido FM tiene mayor fidelidad que el de cualquier AM. En términos técnicos, el cambio beneficiará a la “grilla federal” por sobre la local. Esto sin tener en cuenta que aunque la AM tiene mayor alcance de cobertura, según la última encuesta de consumos culturales el 55 por ciento de la audiencia radial escucha exclusivamente FM, mientras que el 11 sólo AM (un 18% ambas).

La directora de Nacional, sin embargo, cree que la disminución de la audiencia no tiene que ver con cuestiones endógenas a la programación, sino más bien a que se dejó de hablarle a un sector político. “Era –analiza– una radio dirigida a un público con un pensamiento político determinado, con trabajadores que eran acríticos del gobierno. Nosotros hicimos una radio profesional, con gente que incorporamos y otra que quedó de la gestión anterior. El programa de (Mario) Wainfeld me parece buenísimo y va a continuar. Los periodistas te pueden gustar o no pero son todos de trayectoria. El Cholo (Gómez Castañón) tiene 30 años de radio. Lo que no aporta es el ataque y la agresión. Lo que aporta es hacer una radio plural. Obviamente, la programación es mejorable. Estamos reconstruyendo audiencia. La radio tiene procesos lentos. No es la audiencia deseable pero es lógico, ya que dejamos de hablarle a un nicho para hablarle a todos.”

–¿Cree que en este año logró construir una programación “plural”?

–Basta con escuchar un día de programación. Se entrevistan a todos.

–En la gestión anterior, más allá del pensamiento de cada conductor, ¿no se entrevistaban a dirigentes de fuerzas opositoras?

–Quiero encontrar un discurso superador. Prefiero periodistas que opinen con libertad, de todo, de manera profesional. El otro día vino (Margarita) Stolbizer y dijo que nunca la habían invitado a la radio. Ahora se la escucha al igual que a dirigentes de otras fuerzas, como (Juan Manuel) Urtubey. Es la radio estatal y por eso invitamos a que las ideas de todas las fuerzas políticas circulen. No es un slogan vacío. Es la radio de todos.