Tras seis años de juicio, el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Morón condenó a prisión perpetua a los dos principales sospechosos por el secuestro y crimen de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años asesinada en 2011 en Hurlingham. Por unanimidad, los jueces declararon culpables a Hugo Bermúdez y Leonardo Jara, como autor y coautor respectivamente de los delitos de privación ilegítima de la libertad seguida de muerte. El otro acusado, Fabián Gómez, deberá cumplir cuatro años en la cárcel.

“Hoy se hizo justicia y mi hija va a descansar pero falta mucha gente todavía”, manifestó emocionada Carola Labrador, la mamá de Candela, minutos después de que se conociera la sentencia. Labrador apuntó también contra “la complicidad de los policías y de la política de ese momento”, al reprocharles que la nena “estuvo 7 días esperando que la rescataran”. “Nunca la buscaron, sino Candela estaría viva y yo no estaría acá”, insistió.

Los jueces Diego Bonanno, Raquel Lafourcade y Mariela Moralejo Rivera hicieron lugar al pedido del abogado de la familia, Román Makinistián y de los fiscales Pablo Galarza, Antonio Ferreras y Mario Alberto Ferrario, quienes durante el alegato del 25 de julio habían requerido la prisión perpetua para ambos acusados. En el caso de Bermúdez, Makinistiá había pedido que pesara además el cargo de “abuso sexual doblemente ultrajante”, aunque finalmente el tribunal no lo consideró en la sentencia de hoy.  En tanto, los defensores oficiales Luis Carpaneto y Rodolfo Jorge, quienes representan a Gómez y Bermúdez, respectivamente, habían pedido la absolución por "falta de pruebas".

En los alegatos, Galarza dio por acreditado que Candela fue víctima de abuso sexual pero no imputó a ninguno de los acusados de ese delito para no modificar la carátula con la que habían llegado a juicio y evitar que las defensas puedan plantear alguna nulidad.

En el caso de Gómez, la fiscalía había solicitado que le dieran 8 años de prisión, pero finalmente fue condenado a cuatro,  bajo la carátula de “partícipe secundario del delito de privación ilegal de la libertad seguida de muerte”.