El presidente Mauricio Macri mostró ayer parte de su ideario en distintos actos y en reportajes que concedió a medios del interior. “Yo me pondría para esta etapa una buena nota. Yo pondría un ocho”, señaló el líder de PRO autocalificando su gestión desde que asumió el gobierno en el que abundaron tarifazos, despidos e inflación. También reiteró su intención de ir contra los convenios laborales al apuntar que “son del siglo XX, en muchos casos, no sirven en el siglo XXI”.

“No tenemos que escuchar las recetas mágicas de que sin esfuerzo vamos a llegar adonde queremos, vamos a crecer. Eso es una gran mentira. Es lo que nos llevó a frustraciones, enojos y grietas que nos complicaron más la vida”, manifestó el presidente que ayer tuvo una apretada agenda que lo llevó por Córdoba, Mar del Plata y Chapadmalal, En su paso por la ciudad balnearia, donde antes de dirigirse al encuentro con sus ministros inauguró la nueva planta de producción de alfajores Havanna, el mandatario habló acompañado por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el intendente local Carlos Arroyo frente a los trabajadores de esa compañía.

“Tenemos que encontrar mecanismos inteligentes para bajar el nivel de litigiosidad en la Argentina. Tenemos que lograr entender que los convenios laborales del siglo veinte, en muchos casos no sirven en el siglo veintiuno porque estamos en un mundo distinto, que cambia cada vez más rápido”, señaló Macri insistiendo con la propuesta del gobierno de avanzar sobre los acuerdos entre gremios y empleadores. Luego de asegurar que hay que “mejorar la productividad”, destacó en ese sentido que “el mayor impedimento hoy es un Estado que da mucho más de lo que ayuda y obstaculiza más de lo que fomenta”. El mandatario afirmó que “la felicidad se logra cuando sentimos que nos estamos superando día a día y que cada día hacemos las cosas mejor, y eso es lo que hemos hecho este año”, haciendo una valoración positiva de su gestión al frente del Poder Ejecutivo.

Antes había estado en Córdoba donde participó de un congreso de formación de Líderes de América Latina. Allí afirmó que estamos “frente a este mundo desafiante que debido a la innovación tecnológica va a seguir destruyendo trabajos tradicionales”, pero que también “va a abrir puertas para generar trabajo de la nueva era y del medio ambiente”. También llamó a “ahorrar agua, apagar la luz y el aire acondicionado usarlo a 24 grados”.

“Yo gobierno especialmente para los que menos tienen, para el 32 por ciento que está en la pobreza. La discusión sobre Ganancias es para el 3 por ciento de la población que más gana en la Argentina”, afirmó Macri en una de las entrevistas que dio a medios del interior, muy lejos de su promesa de campaña de eliminar el impuesto. “La inflación ha sido el mayor éxito que hemos tenido. Yo dije a principio de año que en el segundo semestre bajaría drásticamente la inflación. Hoy estamos en un promedio de 1,5 por ciento mensual, que todavía está lejos del dígito al que tenemos que llegar”, aseguró sin observar que el índice inflacionario anual superaría el cuarenta por ciento.

Finalmente fue tajante al apuntar que “la reforma electoral no es negociable. Los argentinos decidimos otra forma de convivencia, diciéndonos la verdad, respetándonos, dialogando. Y el sistema electoral que acarreamos desde hace décadas expresa todo lo contrario”.