El pasado viernes, y tras casi diez años de cárcel, Oscar Pistorius, el ex campeón paralímpico, obtuvo la libertad condicional. Las autoridades penitenciarias de Sudáfrica dieron el visto bueno para que el famoso atleta sudafricano, preso desde 2014 por haber matado un año antes a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, pueda salir en libertad.

"El Departamento de Servicios Penitenciarios (DCS) confirmó la libertad condicional para Oscar Leonard Carl Pistorius, efectiva a partir del 5 de enero de 2024", señalaron a través de un comunicado desde el servicio penitenciario luego de una audiencia en la prisión de Atteridgeville, en Pretoria.

"Pistorius cumplirá el resto de su condena en el sistema correccional comunitario y será sometido a supervisión en cumplimiento de las condiciones de libertad condicional hasta que expire su condena", añadió el documento.

Una vez en libertad, Pistorius estará bajo estricta vigilancia hasta que su sentencia expire oficialmente, según el Departamento de Servicios Correccionales. Esto incluye notificar cualquier cambio de residencia o empleo a su oficial de libertad condicional. Además, se espera que participe en sesiones de terapia, según el portavoz de la familia Steenkamp.

Esta es la segunda vez que Pistorius solicita la libertad condicional, que le fue denegada el pasado marzo pese a que el condenado argumentó que se aumentó injustamente tanto su tiempo en prisión como el mínimo requerido para optar a esa medida, violando así sus "derechos fundamentales".

El día que mató a su novia

En el fatídico Día de San Valentín de 2013,  el atleta sudafricano conocido como el "Blade Runner", cambió su vida y la de Reeva Steenkamp para siempre al dispararle en cuatro oportunidades a través de la puerta de un baño en su residencia de Pretoria.

Reeva Steenkamp y Oscar Pistorius en 2013.

Los residentes del complejo se despertaron sobresaltados por los ruidos y pocos después escucharon gritos de auxilio. En ese momento, y según consta en la causa, un guardia de seguridad y varios vecinos fueron hasta la casa del atleta y allí descubrieron a Pistorius, empapado en sangre, sosteniendo a Steenkamp.

El médico que llegó minutos después confirmó la muerte de la modelo. El atleta, desesperado, dijo frente a los testigos: "La maté, maté a mi novia. ¡Que Dios me lleve!".

El primero en tomar conocimiento del caso fue el detective Hilton Botha quien tomó declaración a Pistorius.  El hombre afirmó haber disparado a través de la puerta del baño pensando que era un ladrón. Sin embargo, las grietas en su historia comenzaron a emerger durante la investigación.

La escena del crimen, los testimonios y los mensajes recuperados del celular de Steenkamp pintaron un retrato diferente. Pistorius, un hombre armado con un historial de incidentes violentos, parecía ser mucho más que una víctima asustada esa noche.

Finalmente y tras dos juicios, en 2015 fue condenado a 13 años y cinco meses de prisión. 

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