Fue a la mañana, cuando las caravanas de buses y combis se acercaban a Resistencia, que la noticia del traslado compulsivo de Milagro Sala al penal de Alto Comedero, arrastrada a la fuerza sin que se haya vestido ni calzado, llegó a los celulares de las miles de mujeres que miraban ansiosas la ruta con ganas de llegar al 32 Encuentro Nacional de Mujeres. El impacto se sintió como un golpe, las cadenas de mensajes se multiplicaron, algo de estupor y la sensación muy clara de que ese atropello parecía dedicado. Porque ninguna se olvida de que a Milagro no le perdonan ser mujer, como tampoco que esa mujer, india e insolente para lo que el poder hegemónico supone que debe ser una mujer, sufre en su cuerpo toda la carga de racismo y misoginia que el gobierno de Gerardo Morales, con la complicidad del gobierno nacional puso en acto desde enero de 2016, cuando la detuvieron en un claro acto de revancha. La rabia se instaló en el inicio de este ENM que se supone una fiesta porque acá, en Resistencia nos encontramos para pensarnos, debatir, construir agenda, multiplicar el movimiento feminista. Y las respuestas empezaron a organizarse. El nombre de Milagro Sala se pronunció en cada asamblea que se instaló en la plaza feminista, nombre que se superpone al oficial –25 de mayo– durante estos días en que las mujeres de todas las regiones del país y buena parte de América Latina toman la ciudad para hacer oír sus muchas voces, sus muchas lenguas. Se lo mencionó como una urgencia que hoy domingo a la mañana se pondrá en común, primero con una conferencia de prensa de militantes de todas las fuerzas políticas y organizaciones sociales que aquí en Resistencia convergen. La conferencia será en la escuela de comercio y denunciará “al Estado policial, que es misógino y racista”, como dijo María Elena Naddeo, integrante de la campaña por la libertad de la dirigente de la Tupac, en la asamblea convocada por el Colectivo Ni Una Menos. “Porque ser feminista es reconocer todas las opresiones y esta persecución a Milagro, este maltrato y hostigamiento es una muestra de esa opresión”. Las estrategias para pedir por su libertad, para convertir la indignación en respuesta organizada, todavía no terminan de fraguar, pero ya circulan de boca en boca: desde emplazar una asamblea feminista en la provincia de Jujuy hasta realizar una marcha federal para reclamar por su liberación. La acción se definirá entre hoy y el lunes, pero lo cierto es que el nombre de Milagro y el pedido de libertad para ella, como para todos los presos y las presas políticas, entre ellos Facundo Jones Huala, está en el corazón de todos los debates en el ENM, está en el corazón de las luchas feministas. Porque como dice una de las consignas con las que se sale a la calle cada vez que se dice Ni Una Menos, si tocan a una, tocan a todas. Y Milagro, esa mujer rebelde y originaria, es esa una que hace sentir en Resistencia que están tocando a todas. Y por eso la respuesta, también será de todas.