El Consejo de Seguridad de la ONU debatió este viernes con carácter urgente la tensión entre Venezuela y Guyana por el Esequibo, un territorio de 160.000 km2 rico en petróleo disputado desde hace más de un siglo y que preocupa a la comunidad internacional.
La reunión fue convocada a petición de Guyana, alegando que las últimas medidas adoptadas por Venezuela sobre el Esequibo amenazan la paz y la seguridad internacionales, que son competencia de esta instancia de Naciones Unidas. Tanto Caracas como Georgetown se acusan mutuamente de incurrir en provocaciones en medio del conflicto.
La tensión se elevó luego que Venezuela celebrara el 3 de diciembre un referendum consultivo en el que más del 95 por ciento de los votantes que participaron aprobó crear una provincia venezolana en el Esequibo, un territorio que representa dos tercios de Guyana. También se votó dar nacionalidad venezolana a los 125.000 habitantes de la zona. No obstante, la controversia ya viene agudizándose desde 2015, cuando el gigante estadounidense ExxonMobil descubrió vastas reservas petroleras allí.
Tras la consulta popular, el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció planes para otorgar licencias y también extraer crudo en aguas en disputa. "Guyana y ExxonMobil se tendrán que sentar con nosotros cara a cara, más temprano que tarde", lanzó el mandatario este viernes durante un acto frente al palacio presidencial de Miraflores, donde mostró un mapa de Venezuela que incluía al Esequibo como territorio oficial y no como zona en reclamación, como normalmente era representado.
Llamado a la paz
Venezuela sostiene que el Esequibo forma parte de su territorio, como en 1777, cuando era colonia de España. Apela al acuerdo de Ginebra firmado en 1966, antes de la independencia de Guyana del Reino Unido, que sentaba bases para una solución negociada y anulaba un veredicto de 1899. Guyana defiende ese dictamen y pide que sea ratificado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuya jurisdicción es desconocida por Caracas.
Estados Unidos anunció esta semana ejercicios militares en Guyana, una infeliz provocación según catalogó el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino. Venezuela ya había acusado al presidente guyanés Irfaan Ali, a quien tacha de esclavo de Exxon, de dar luz verde para que EE.UU. establezca bases en su territorio. Aunque la comunidad internacional está preocupada por el recrudecimiento de las tensiones, los expertos no ven probable que la situación escale a un conflicto armado. Estados Unidos está preocupado por su abastecimiento de petróleo a medio y largo plazo, y tiene todo el interés en que esta zona, que le queda muy cerca y contiene los mayores yacimientos del mundo, se mantenga estable. Sí podrían ocurrir en el mediano plazo operaciones militares limitadas.
Rusia indicó que el problema debe arreglarse de forma pacífica. "Partimos de que este asunto se enmarca en las relaciones entre Venezuela y Guyana y debe ser solucionado en un espíritu de buena vecindad a través de soluciones pacíficas mutuamente aceptables", señaló en un comunicado María Zajárova, portavoz de Exteriores, quien precisó que dichas soluciones deben estar en conformidad con el derecho internacional y los acuerdos firmados entre las partes, así como con las legislaciones nacionales. "Llamamos a las partes a abstenerse de cualquier acción que pueda desequilibrar la situación y causar daño mutuo", añadió.
En la misma línea, durante la cumbre del Mercosur reunida estos días en Rio de Janeiro el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la disputa.
El incidente aéreo
Dos militares que sobrevivieron al accidente de su helicóptero en Guyana y en el que murieron cinco de sus compañeros, fueron rescatados y atendidos por médicos en un aeródromo local, informó en un comunicado la Fuerza de Defensa de Guyana. De acuerdo con el escrito, los supervivientes son el teniente coronel Andio Crawford y el cabo Dwayne Jackson.
Los siete militares guyaneses se dirigían el pasado miércoles en un helicóptero Bell 412 a visitar tropas cerca de la frontera con Venezuela, cuando desapareció en horas de la mañana a 48 kilómetros del límite. Su búsqueda, no obstante, se vio dificultada durante la tarde de ese día por el mal tiempo, retomándola el jueves cuando los equipos de rescate avistaron a Crawford y Jackson con vida. Aún está por determinar la causa del hecho que coincide con la escalada de tensión con Venezuela.
El presidente Ali aseguró que la magnitud de la pérdida es inconmensurable para el país y para la Fuerza de Defensa de Guyana. "Mi corazón sufre y se ahoga de tristeza ante la trágica pérdida de algunos de nuestros mejores hombres uniformados", lamentó en un comunicado.