Santiago Bausili, ya designado como futuro titular del Banco Central, enfatizó en declaraciones sobre la importancia de la independencia de la autoridad monetaria con respecto al Poder ejecutivo y el Tesoro nacional. "Nuestra meta es restaurar la autonomía del Banco Central, lo cual se logra al cesar el financiamiento al Tesoro por parte de la entidad", dijo quien, hasta esta semana, era el socio principal de Luis Caputo en la consultora Anker, dedicada a los negocios financieros e inmobiliarios, incluso con el Estado.
Aseguró además que "el Banco Central no se cerrará mientras yo sea el presidente. Simbólicamente, podría considerarse cerrado en términos de detener la emisión monetaria excesiva, pero seguirá funcionando". Así, intentó salir del paso al ser consultado sobre la propuesta de Javier Milei de dinamitar la entidad.
Por si fuera poco el hecho de ser socio en los negocios del futuro ministro de economía para dudar de su independencia, a Bausili lo une a Caputo una extensa trayectoria profesional recorrida a la par. Coincidieron en sus pasos por el JP Morgan, una de las principales bancas de inversión en el mundo, y en el Deutsche Bank, tanto en Nueva York como en Buenos Aires. Finalmente, al desembarcar Caputo en el gobierno de Macri como secretario de Finanzas, lo llevó a Bausili como subsecretario. Y cuando Caputo ascendió a ministro dos años después, Bausili heredó el cargo de secretario de Finanzas.
En la última semana, Bausili consiguió que la Sala II de la cámara federal porteña revocara el procesamiento que le dictara el juez Sebastian Casanello, en una causa por su intervención en contrataciones del gobierno con el Deutsche Bank para colocaciones de títulos de deuda en el exterior, a cambio de suculentas comisiones.
En el momento de dichas contrataciones, Bausili era secretario de Finanzas de la nación y seguía cobrando cuotas de un millonario premio que le pagaba el Deutsche, luego de dejar su cargo en la entidad en enero de 2016 para pasar a ocuparse de la mencionada secretaría de gobierno.
Las pruebas acumuladas "demuestran el desapego por parte de Bausili de los altos estándares de ética y transparencia que su rol le exigían", había escrito el juez Casanello en el fallo por el cual dispuso procesarlo por la presunta comisión del delito de "negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública". El mismo que ahora desestimó la Sala II de la cámara. Justo a tiempo para designarlo en su nuevo cargo.