El mítico folclorista comenzó a trabajar desde adolescente como mozo en el bar situado a metros de la estación de trenes de la capital salteña, un bar que era propiedad de su tío Ramsy. De tanto escuchar improvisadas guitarreadas, su oído y corazón fueron enamorándose del canto profundo. El debut fue en 1957 en el cumpleaños de un asiduo parroquiano.