Desde Roma

El Papa Francisco envió este miércoles un mensaje al presidente del Forum Económico Mundial que hasta el 19 de enero se está llevando a cabo en Davos (Suiza), pidiendo a él y a los demás participantes que promuevan un “modelo de globalización con visión de futuro y éticamente sano” para construir un mundo mejor y a los empresarios en particular que no se dejen guiar sólo por las ganancias sino también por valores éticos.

El Foro Económico Mundial, fundado en 1971, está presidido actualmente por el Profesor Klaus Schwab, a quien el Papa dirigió su carta. Es una organización no gubernamental que se reúne anualmente en Davos para analizar los problemas más graves que está afrontando el mundo. Del encuentro participan líderes políticos y empresarios, economistas y otros personajes destacados de todo el mundo. El título del encuentro de este año es “Reconstruir la confianza”.

“Mi esperanza -dijo el Pontífice en el mensaje- es que en las discusiones que se llevarán a cabo, tengan en cuenta la urgente necesidad de avanzar en materia de cohesión social, fraternidad y reconciliación entre grupos, comunidades y estados”.

“Lamentablemente, si nosotros miramos a nuestro alrededor, encontramos un mundo cada vez más desgarrado donde millones de personas -hombres, mujeres, padres, madres, niños- cuyas caras para nosotros son mayormente desconocidas, continúan sufriendo no menos por los efectos de los prolongados conflictos y las actuales guerras”, añadió el Papa recordando que “no hay conflictos que no terminen de alguna maneras golpeando indiscriminadamente a la población civil”.

Para contener las guerras “no basta poner a un costado los instrumentos de guerra”. Es necesario prestar atención a las injusticias que son “la causa base de los conflictos”, añadió. Entre las injusticias más significativas Francisco mencionó el hambre, que “continúa siendo una plaga en enteras regiones del mundo”, aún cuando en otras regiones hay un gran desperdicio de alimentos. Pero también mencionó la explotación de recursos naturales que “enriquece a unos pocos dejando a enteras poblaciones en estado de pobreza e indigencia”. No hay que olvidar la difundida “explotación de hombres, mujeres y niños forzados a trabajar por bajos salarios” y sin perspectivas personales ni de crecimiento profesional”.

La importancia de la globalización

El proceso de la globalización “ha claramente demostrado hasta ahora la interdependencia de las naciones y de los pueblos” y tiene una “dimensión moral que se tiene que hacer sentir en los debates económicos, políticos, culturales y religiosos para modelar el futuro de la comunidad internacional”, indicó. Pero ante el crecimiento de “violencias, agresiones y fragmentación,” es esencial que los estados y el mundo empresarial promuevan un “modelo de globalización con visión de futuro y éticamente sano”.

La actual situación “exige que las empresas estén cada vez más guiadas no sólo por la búsqueda de una justa ganancia sino también por valores éticos elevados, en particular respecto a los países menos desarrollados que no deberían quedar a merced de los sistemas financieros injustos y usureros. Un acercamiento visionario a tales cuestiones se demostrará decisivo para conseguir el objetivo de un desarrollo integral de la humanidad en solidaridad”, subrayó Francisco.

Pero al mismo tiempo es necesaria una “acción política internacional que, a través de la adopción de medidas coordinadas, pueda perseguir de modo eficaz los objetivos de la paz global y del desarrollo auténtico” y para esto es importante que los gobiernos funcionen como “control y guía del sector económico”.

También las organizaciones internacionales, a las que se critica mucho últimamente porque no toman medidas importantes respecto a las guerras, “están siendo desafiadas para conseguir el logro de esta igualdad que es la base del derecho de todos a participar del proceso del pleno desarrollo, respetando las legítimas diferencias”, aclaró el Papa.

Y concluyó: “Confío en que los participantes del Foro de este año sean conscientes de la responsabilidad moral que cada uno de nosotros tiene en la lucha contra la pobreza, en el logro del desarrollo integral de todos nuestros hermanos y hermanas y en la búsqueda de una pacífica coexistencia entre los pueblos. Es éste el gran desafío que tenemos delante”.

El Foro 2024

Este año está previsto que participen en Davos más de 2.500 líderes de 120 países.

Varias naciones importantes, sin embargo, como Estados Unidos, Rusia y China, están representadas por primeros ministros o ministros pero no por sus presidentes. En cambio de Europa participan mandatarios de Francia. España, Bélgica, Grecia, Ucrania, Serbia, entre otros países. También hay mandatarios de África y Asia.

De América Latina está presente entre otros, el presidente argentino Javier Milei y el colombiano, Gustavo Petro (que será recibido por el Papa en el Vaticano el 19 de enero), mientras el mandatario brasileño Lula Da Silva dijo que no asistiría.

Igualmente algunos personajes importantes están presentes siempre como tres mujeres reconocidas en Europa y presidentas de entes de alto nivel: Kristalina Georgieva del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde del Banco Central Europeo, y Ursula Von der Leyen de la Comisión Europea.