Unas 4 de cada 5 mujeres candidatas o electas en Bolivia sufrieron violencia psicológica o restricciones a la libertad de expresión en redes sociales, y tuvieron que abstenerse de publicar algo en las redes por miedo a que las amenacen, intimiden o hagan sentir mal por su forma de pensar, revela el informe “El estado del acoso y violencia política (AVP) contra las mujeres en Bolivia”, de ONU Mujeres. Describe que 3 de cada 5 mujeres sufrió amenazas, “se sintió atacada o insegura al recibir mensajes, audios o videos de amenazas”; 2 de cada 5 fue víctima del secuestro de cuentas, suplantación de identidad o ingreso no autorizado a cuentas personales, perdiendo el acceso porque alguien las hackeó, mientras que 1 de cada 5 sufrió vigilancia e invasión a la privacidad o suplantación de identidad, y “se utilizó nombre y fotos para crear cuentas falsas”. 

Sin embargo, “solo el 10% de las mujeres que afirmaron ser víctimas de ciberacoso decidió denunciar el hecho en su organización política”, advierte otro estudio sobre AVP realizado por la Unidad de Género del Tribunal Supremo Electoral (TSE). “Entre los motivos para no denunciar se menciona el miedo a intimidaciones por parte de la organización política, miedo a represalias del agresor, miedo a ser criticadas por la sociedad, desconfianza en el sistema de Justicia y la no identificación de los hechos como AVP por parte de las mujeres y las autoridades electorales.” 

Al escenario de violencias se agregan el doxing -difusión de contenido íntimo sin consentimiento-, que recayó sobre 1 de cada 10 mujeres; las campañas de difamación o desprestigio contra 3 de cada 10 y la violencia sexual hacia 1 de cada 5 mujeres: recibieron textos, videos o audios con mensajes de acoso sexual por parte de un integrante de su organización política.