El exfutbolista del Barcelona y de la selección brasileña Dani Alves se presentó este lunes ante un juzgado de Barcelona en el marco del juicio en su contra, acusado de haber abusado sexualmente de una joven de 23 años en el baño de una discoteca de esa ciudad española en diciembre de 2022. Fue la primera imagen que se vio del defensor de 40 años desde que fue detenido en enero 2023. 

En juicio, presidido por un tribunal compuesto por tres jueces y se espera dure tres días en la Audiencia de Barcelona. Alves declarará el último día, mientras que en esta esta primera jornada, mientras que hoy declaró la víctima, quien lo hizo detrás de un biombo y con la voz distorsionada para proteger su identidad. 

Según medios españoles, la joven corroboró su versión inicial y acusó a Alves de abusar sexualmente de ella. Según La Vanguardia, dijo que la agresión fue "vioelnta y despectiva". También declaró una prima de la víctima, quien estaba con ella esa noche,  y empleados de la discoteca donde sucedieron los hechos.

A lo largo del jucio, se espera la declaración de unas 30 personas, entre quienes están Joana Sanz, esposa del exfutbolista. 

El defensor de 40 años está preso desde enero del año pasado. Tras la denuncia, Alves negó haber mantenido relaciones sexuales con la joven, a quien dijo no conocer, pero luego se retractó y dijo que sí había mantenido relaciones sexuales con ella, pero que fueron consentidas. Y sostuvo que lo había negado en un principio para proteger su matrimonio. 

Ante su versión contradictoria, una jueza decidió detenerlo preventivamente sin posibilidad de fianza por considerar que había riesgo de fuga, ya que el acusado es brasileño y el país no participa del tratado de extradición. 

Tras el caso de "La Manada", como se conoció a la violación grupal de una adolescente ocurrida en 2016 durante las fiestas de San Fermín, se endurecieron las leyes contra la violencia sexual en España. Una denuncia por violación se investiga bajo la acusación general de agresión sexual y las condenas pueden conllevar penas de cárcel de entre cuatro y 15 años.

En el caso de Alves, la Fiscalía española solicita una pena de nueve años de prisión y que Alves indemnice a la mujer con 150.000 euros (163.215 dólares). 

La denuncia contra Dani Alves

La denunciante declaró que la noche del 30 de diciembre fue con dos amigas a la discoteca Sutton, en Barcelona, y que en el VIP del lugar un camarero se acercó para invitarlas a la mesa de Alves, pero sin mencionarlo. Más tarde lo pudo identificar porque las personas que la acompañaban le indicaron que se trataba del jugador.

Según el relato, las tres amigas se negaron a sentarse con el ex PSG, pero Alves se acercó a bailar con ellas. Minutos después, el futbolista guió a la joven por un pasillo hasta un baño y la agredió sexualmente. "Pensé que detrás habría otra zona VIP”, aclaró la denunciante. Una vez en el baño, la joven expresó que quería irse, pero él no la dejó.

“Me subió el vestido y me hizo sentarme encima de él. Me agarró por la parte de atrás de la cabeza, no sé si también del pelo y me tiró al suelo, me hice daño en la rodilla. Estuvo un rato pegándome en la cara, sentí que me ahogaba, no porque me estuviera apretando, sino por la angustia que estaba sintiendo”, detalló.

Primero se retiró el jugador -que pidió un último trago en la barra y se fue del establecimiento- y más tarde la joven, quien contó a sus amigas lo sucedido y dieron aviso al personal de seguridad de la discoteca. Los empleados de Sutton se comunicaron con la policía catalana y se activó el protocolo contra agresiones sexuales en el ocio nocturno.

La causa

La joven prestó declaración esa misma madrugada y fue derivada para realizarse los examenes pertinentes al Hospital Clínic. Allí se constató que presentaba lesiones que correspondían con lo descripto y evidencias de agresión sexual.

Formalizó la denuncia dos días después y, según fuentes del diario catalán El Periódico, las declaraciones se pudieron cotejar porque uno de los agentes de la policía tenía encendida una cámara unipersonal por error al llegar al establecimiento.

El 20 de enero de 2023, la denunciante se presentó nuevamente a declarar y volvió a contar los hechos sin cambiar su relato. Alves también fue citado, pero su versión fue contradictoria, según consideró la jueza de la causa, quien decidió finalmente apresarlo preventivamente sin posibilidad de fianza por considerar que había riesgo de fuga ya que el acusado es brasileño y el país no participa del tratado de extradición. 

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