Aunque seguirá lejos de contar con mayoría propia, Cambiemos obtuvo ayer 12 senadores nacionales y logró ampliar su bancada a 24 integrantes. El bloque PJ-FpV, que preside Miguel Pichetto, ponía en riesgo 15 de sus 36 bancas y consiguió retener 7. Quedará con 28, aunque resta saber si, como todo indica, se fracturará el bloque entre el kirchnerismo y el peronismo más afín al gobierno nacional. De cómo se reconfigure el escenario opositor dependerá si el oficialismo logra o no convertirse en la primera minoría. La “madre de todas las batallas”, la provincia de Buenos Aires, quedó finalmente a favor del oficialismo que logró derrotar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por 4 puntos. Esteban Bullrich y Gladys González llegarán así al Senado y el peronista Jorge Taiana, de Unidad Ciudadana, quedará afuera. El peronismo puntano, con Adolfo Rodríguez Saá a la cabeza, revirtió la elección de las primarias y se quedó finalmente con los dos escaños de la mayoría. En contraposición, el ex presidente Carlos Menem perdió el cómodo primer lugar que había logrado en las PASO y el radical Julio Martínez se alzó con el triunfo en La Rioja.  

Anoche la Cámara Alta renovó 24 de sus 72 senadores. Las ocho provincias que eligieron representantes fueron Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz. El sistema de reparto de bancas establece que la primera fuerza se lleva 2 escaños mientras que la segunda queda con 1. En ese contexto, Cambiemos tenía poco que perder porque ponía en juego los integrantes que habían ingresado en 2011, cuando el FpV hizo una gran elección y la alianza oficialista ni siquiera existía como tal. 

El Frente PRO, que actualmente tiene 6 integrantes. Son tres macristas “puros”: Laura Rodríguez Machado, Marta Varela y Federico Pinedo y tres aliados: Alfredo De Angeli, Ernesto Martínez y Pedro Braillard Poccard. Ninguno de ellos arriesgaba su banca, por lo que se sumarán a ese bloque otros tres macristas de paladar negro: Bullrich y González (Buenos Aires) y Humberto Schiavoni (Misiones). Schiavoni, titular del PRO a nivel nacional, es señalado en el oficialismo como uno de los hombres fuertes del próximo Senado dada su relación directa con Macri y su buen vínculo con el poderoso jefe de Gabinete, Marcos Peña. El Frente PRO tendrá entonces 9 bancas y podría sumar como aliados al sanjuanino Roberto Basualdo y al ex gobernador puntano Claudio Poggi.

Hasta hoy la UCR tenía ocho bancas y un aliado. Logró retener las tres que ponía en juego y sumar cuatro más. Julio Martínez, Olga Brizuela Y Doria dieron la sorpresa en La Rioja al desbancar al ex presidente Carlos Menem, Eduardo Costa y María Belén Tapia le ganaron en Santa Cruz al kirchnerismo. En Jujuy, Silvia Giacoppo renovó su banca y se sumó Mario Fiad, otro hombre del riñón del gobernador Gerardo Morales. Aunque salió segundo, el formoseño Luis Naidenoff también renovó su lugar. Los radicales quedarán con 12 bancas, más su socio histórico del Frente Cívico catamarqueño, Oscar Castillo. El incremento los dejará más cerca de los 37 escaños necesarios para alcanzar el quórum pero seguirán dependiendo de la ayuda de al menos un sector de la oposición.

El dilema del peronismo

Con el 54 por ciento de Cristina Fernández de 2011 como antecedente, el PJ-Frente para la Victoria tenía un enorme desafío en esta elección. Sólo pudo retener siete lugares de quince. Se trata de José Mayans, María “Tessi” González (Formosa), Guillermo Snopek (Jujuy), José Rubén Uñac, Cristina López de Abarca (San Juan), Ana María Ianni (Santa Cruz) y CFK (Buenos Aires). 

Las declaraciones de Pichetto hace unas semanas, excluyendo a la ex presidenta por haberse postulado por Unidad Ciudadana y no por el PJ, anticiparon lo que será la división del espacio peronista-kirchnerista. Hasta ahora, los 36 senadores (más tres aliados del Frente Cívico santiagueño) convivían bajo un paraguas de unidad que les permitía mantener la mayoría de las presidencias de las comisiones y de sus integrantes. La disminución a 28 y la fractura con el kirchnerismo implicará un cambio en las relaciones de poder al interior de la Cámara. 

Fuentes del kirchnerismo estimaban que CFK concentrará alrededor suyo un piso de 8 senadores: Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), María de los Ángeles Sacnún (Santa Fe), Ana Almirón (Corrientes), María Inés Pilatti (Chaco), Inés Blas (Catamarca), Marcelo Fuentes (Neuquén), Nancy González (Chubut) a los que podrían sumarse Silvina García Larraburu (Río Negro) y los dos formoseños Mayans y González. El gobernador pampeano Carlos Verna, que nunca tuvo una relación con CFK, podría priorizar su enfrentamiento con la Casa Rosada y hacer jugar sus dos senadores en el esquema de una oposición más dura que expresa la ex mandataria. La alianza que pese a sus diferencias históricas trazaron en esta elección el kirchnerismo y el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá podrían implicar también una sociedad en el Senado. En ese caso, la líder de Unidad Ciudadana podría amalgamar un espacio heterogéneo de 15 integrantes.

En paralelo, Pichetto y los gobernadores que lo acompañan saldrán a seducir dirigentes del peronismo disidente que no compartían el bloque por sus diferencias con el kirchnerismo. Se trata del cordobés Carlos Caserio, el chubutense Alfredo Luenzo, el salteño Juan Carlos Romero o incluso el propio Carlos Menem, a quien el senador por Río Negro siempre elogió.