El presidente Javier Milei adelantó que están trabajando en la implementación de un mecanismo de "asistencia" para la clase media destinado a pagar las cuotas escolares de los colegios privados, ante el aumento significativo, tras la desregulación que él mismo propicio. La medida, a la que denominó "vouchers educativos", no es otra cosa que una "beca" para financiar a las familias que ya envían a sus hijos a instituciones educativas privadas.

Los "vouchers educativos" que anunció el Gobierno, no son otra cosa que subsidios directos del gobierno para pagar las cuotas de las escuelas privadas. Sin embargo, más allá de la expresión de deseo del Presidente de que se concrete a la brevedad, quedan dudas sobre cómo se implementaría esta medida y quiénes podrían acceder a ella.

Si bien la propuesta puede sonar interesante en principio, en la práctica podría enfrentarse a diversos obstáculos. En primer lugar, la viabilidad y eficacia de los "subsidios" educativos en términos de aliviar la carga financiera de la clase media es cuestionable. 

Es que la "ayuda" para familias que deciden enviar a sus hijos a escuelas privadas, no es una medida urgente, ni necesaria, ni del todo equitativa. Existe preocupación por el potencial efecto segregacionista de esta medida, ya que, a todas luces, favorece a aquellos que tienen recursos para acceder a la educación privada, dejando atrás a quienes dependen exclusivamente de la educación pública.

Cómo funcionarán los "vouchers educativos"

En esencia, los vouchers educativos representan un subsidio directo otorgado a las familias que envían a sus hijos a escuelas privadas. Este "vale o beca" proporcionado por el Estado cubriría el costo de la educación de cada hijo, permitiendo a las familias elegir libremente la escuela que consideren más adecuada, ya sea pública o privada, religiosa o laica, cercana o lejana, según sus preferencias y necesidades.

La premisa detrás de este sistema es que al fomentar la competencia entre las escuelas por atraer estudiantes, se mejoraría la calidad educativa en general. Las escuelas competirían por alumnos y fondos públicos, lo que teóricamente estimularía la innovación y elevaría los estándares de enseñanza.

Voucher educativo: la experiencia de Chile, Nueva Zelanda y Suecia

Los vouchers educativos, una idea promovida por el economista Milton Friedman en los años 60, son una forma de subsidio otorgado directamente a las familias en lugar de destinarse a las instituciones educativas. 

Experiencias internacionales: Chile, Nueva Zelanda y Suecia

Chile es uno de los países que implementó el sistema de vouchers educativos desde la década de 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet. Allí, no se logró garantizar calidad educativa -según las mediciones internacionales PISA-, además de afectar a las instituciones públicas, quienes tuvieron menores posibilidades de acceder a financiamientos. Lo que hizo que también disminuya su matrícula y al mismo tiempo disminuya la posibilidad de que puedan posicionar sus investigaciones o de que puedan tener mayor calidad educativa y mayor infraestructura.

En Nueva Zelanda, el sistema también se aplicó con resultados mixtos. Aunque se promovió la libertad de elección, algunos críticos argumentaron que exacerbó la segregación socioeconómica y no garantizó una mejora generalizada en la calidad educativa.

En el caso de Suecia, la metodología inicialmente recibió elogios por su enfoque innovador, pero a poco de implementada se observaron disparidades entre las escuelas, lo que generó preocupaciones sobre la segregación y la falta de acceso equitativo a una educación de calidad para todos los estudiantes.

Además, la implementación de los vouchers educativos en Argentina enfrentaría numerosos desafíos, tanto legales como prácticos. Según la Constitución Nacional, la educación es competencia de las provincias, lo que requeriría un cambio constitucional para establecer un sistema nacional de vouchers. Además, la distribución equitativa de fondos y la garantía de acceso a una educación de calidad para todos los estudiantes serían aspectos críticos a considerar.

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