Osvaldo pasa entre las mesas tarareando una canción muy conocida. Se hace el que no me ve pero cada vez es más fuerte la melodía que silba. Y silba muy bien Osvaldo.

De pronto se acerca y se pone a cantar casi en mi oído: "Bronca cuando ríen satisfechos/ al haber comprado sus derechos…" Yo me sumo a él en el canto: "Bronca cuando se hacen moralistas/ y entran a correr a los artistas/ Bronca cuando a plena luz del día/ sacan a pasear su hipocresía/ bronca de la brava de la mía/ bronca que se puede recitar…"

Osvaldo se entusiasma y su canto empieza a llamar la atención de otros parroquianos. De golpe para y me palmea la espalda:

--Usted no me defrauda nunca Don Hugo. También se sabe de memoria la letra de ese himno de nuestra época.

--Cómo no saberla Osvaldo querido. La "Marcha de la Bronca", un clásico de Pedro y Pablo que resiste el paso del tiempo. Hasta soy capaz de jugarle un karaoke a ver quién recuerda más temas clásicos del rock nacional de los '70.

­--No Jefe, esta vez no me interesa la competencia. Supongo que usted, Don Sabiondo, debe tener un repertorio también de los ’60 , y yo a ése no llegué. No sé si se percata que tengo algunos añitos menos que usted.

--Me percato, Osvaldo y eso, en este caso, es una ventaja, porque lo paso por arriba con temas de Moris, Almendra, Los Gatos, Manal, Vox Dei y varios más que se empezaron a escuchar desde el 66 en adelante, luego de que Tanguito y Litto Nebbia compusieran La Balsa en el baño del bar La Perla del Once.

--Pare, amigo, pare. Ya me lo veo venir: usted quiere tirarme todo el catálogo y hablarme del Winco, los vinilos y la mar en coche. Y yo hoy no estoy para escuchar su sabiduría sino para compartir mi bronca. O no se dio cuenta todavía de por qué cantaba ese tema de Cantilo y Durietz, que así se llaman de verdad Pedro y Pablo. Ese datito se lo tiro para que no subestime a este mozo. Y con el folklore me le animo a cualquiera, más todavía que con el rock.

--Tranquilo Osvaldo, tranquilo, pero a su pregunta le digo que no. No sé por qué le vino ese tema a la cabeza hoy.

--Pero usted en qué país vive. ¿O me va a decir que no está enterado?

--Finishela con el misterio y largue el rollo camarero, que no estoy para perder el tiempo. Hay tantos temas para andar broncudo que no me imagino a cuál se está refiriendo.

--Repito la estrofa: bronca cuando se hacen moralistas/ y entran a correr a los artistas….

--Ya sé Osvaldo. Está furioso con el Peluca por la pelea con Lali Espósito.

-- ¡Tomá mate con chocolate, acertó! ¿Tan difícil era? O no se acuerda cuando le conté la noche divina que esa piba nos hizo pasar a mi, a mi señora y al Beto y Luciana, su novia. Yo hasta esa noche no sabía ni quién era, pero terminamos bailando todos, hasta los malvones del patio bailaban. Se lo dije ese día: Shakira, Madonna, Cher y Rafaela Carrá todas juntas, pero en el cuerpo de la Lali de Parque Patricios!.. Ídola absoluta. Y además no arruga, no se calla ni le deja pasar una. Qué ovarios que tiene la piba. Hay que ser corajuda para pelearse con un presidente ¿No la vio en el Cosquin Rock? El Beto me contó que hasta le cambió la letra a una canción para que le quede claro al Peluca que ella va bien al frente. En la vida como en el escenario. Por suerte no está sola. La gente está con ella y los artistas también. Si salieron a bancarla hasta la Granata y Píparo, que son del palo del presi. La que no dijo nada es su presunta novia, la Fátima Florez, aunque le confieso que algunas de las imitaciones que hace me hacen morir de risa. Pero como es contra la veo a solas, porque Olga se me enoja, y el Beto y Luciana tampoco se la bancan. Y un poco de razón tienen porque se hizo famosa imitando a Cristina, que les dio de morfar a todos, incluso a Fátima ¡Generosa la Jefa!

--Tiene razón querido Osvaldo, Lali es la principal víctima porque Milei la ataca en lo personal, pero la cosa no es solamente con ella. Es con la cultura en general. El tipo se pone loco con los artistas, porque sabe que los mensajes que ellos trasmiten son casi siempre solidarios y llegan al corazón de la gente. Todos los gobiernos autoritarios quieren silenciarlos. Y desfinanciarlos. O no vio que ya no quieren que se hagan películas, ni libros, ni pinturas. Hasta los museos quieren cerrar. Para ellos “el silencio es salud” ¿Lo vio a Abel Pintos contestando con una canción de León Gieco cuando le preguntaron qué pensaba sobre los ajustes en la cultura? El pibe, ahí nomás y a capella, se puso a cantar: "La cultura es la sonrisa/ que acaricia el corazón/ y se alegra todo el pueblo/ quién le puede decir que no/ solamente alguien que quiera que tengamos / triste el corazón/ Ay ay ay que se va la vida/ más la cultura se queda aquí..." Vea el video en Youtube porque vale la pena.

--Sí Don Hugo, lo voy a ver. Menos mal que usted se dedicó a las letras. Si se hubiera dedicado a la música hubiera sido yo el que le pidiera a Milei que lo hiciera callar. Aunque como dice Luciana, que todo ésto no nos haga olvidar de los demás problemas que tenemos. Porque a este paso los únicos que van a poder morfar son el Toto Caputo y sus amigos. Acá hasta hace dos meses hacíamos 5 milanesas y cambiábamos el aceite, ahora hacemos una docena usando el mismo. Y las que antes eran de nalga ahora son de cuadrada. El menú del mediodía que hace un mes salía 4500 pesos ahora cuesta 7500 y ya no incluye postre. Con un flan con dulce se va a 9000. Me putean todos los clientes, porque a la noche siguen haciendo provechito con las milanesas, pero con el precio del aceite les sale más barato comprar un Uvasal. O quizás ni eso, porque los remedios están por las nubes también. Cuando vamos a la farmacia siempre hay que agregar aspirinas para el dolor de cabeza. Para el de bolsillo no inventaron nada todavía. Hay que esperar hasta que la gente pierda la paciencia, y ya sabemos que en este país cuando eso pasa no hay protocolo que pueda pararla. Y los pibes con la palabra de Cristina se volvieron a ilusionar. Aunque yo le digo al Beto que hasta que no se componga una nueva canción, como dijo Axel, estamos fritos.

Mientras, sigamos con la "Marcha de la Bronca”, pero con la última estrofa, esa que sirve para levantarnos el ánimo. Pero no se sume a mi canto porque usted me hace perder el tono.

Y Osvaldo se va cantando a atender otra mesa; "Bronca sin fusiles y sin bombas/ bronca con los dos dedos en V/ bronca que también es esperanza/ marcha de la bronca y de la fe".