Del mejor arranque de temporada en muchos años a perder tres partidos consecutivos, incluido el clásico. En dos semanas a Mauricio Larriera se le revirtió el clima en su estadía en Bella Vista y su continuidad ahora se sujeta en la necesidad de una rápida reacción del equipo. A Newell’s se le vienen dos partidos más en el Coloso del Parque, el primero de ellos el domingo con San Lorenzo, y de no ganar la dirigencia afrontará otra crisis en plena temporada. “No está en duda su continuidad”, afirman en el parque Independencia. Pero la sentencia está en manos del hincha, frustrado por tantos clásicos perdidos en la última década. Ante el azulgrana habrá más de un cambio, entre ellos para permitir el regreso de Ever Banega.

Los clásicos perdidos llevaron a Newell’s a un caos sostenido en los años. En 2015 se debieron adelantar las elecciones por el reclamo de los socios y en 2021 Ignacio Astore se impuso por un amplio margen en las urnas. El año que viene el socio de Newell’s volverá a votar y la suerte de la dirigencia está echada con el equipo acumulando derrotas. La nueva crisis pone a Astore a depender de resultados inmediatos para sostener a Larriera. Es que una caída el domingo con San Lorenzo le quitará al cuerpo técnico que lidera el uruguayo toda paciencia para extender su trabajo. “No hay dudas sobre el técnico. Lo queremos dejar trabajar”, afirmó un colaborador del presidente para espantar toda discusión sobre el equipo.

Ya sin posibilidad de calar en la empatía del hincha a corto plazo, a Larriera le queda una carrera de largo aliento: mantener al equipo en la pelea por el título, progresar en Copa Argentina y tomar revancha en el clásico del segundo semestre del año. Para la tolerancia del fútbol de hoy todo ese tiempo es imposible proyectarlo. Larriera, desde el domingo, ingresa a examen cada fin de semana. Y la vuelta a la victoria ante San Lorenzo no se puede aplazar.

Lo que debe encontrar Larriera con la vuelta el domingo de Ever Banega es el equipo que mostró en las primeras cuatro fechas. Ese es el objetivo y por eso en la semana las intenciones apuntarán a recuperar jugadores para parar en cancha la alineación que salió ante Estudiantes. Banega recibió solo una fecha de suspensión y su ingreso por Julián Fernández es un hecho.

Esta intención de volver a ser el equipo del inicio del torneo le abre puertas al regreso de Franco Díaz en lugar de Guillermo May. El entrenador no meterá mano, más aún porque a pesar de la derrota con Central se mostró satisfecho por lo hecho por el equipo en el primer tiempo. El partido del domingo a las 21.30 y el juego con Tigre el jueves 7 de marzo, también en el Coloso, determinarán si el uruguayo tiene futuro en el club. Volver a la victoria será imprescindible porque el mes que viene llegará el debut del equipo en Copa Argentina. Larriera resaltó que el torneo federal es un objetivo para el club. Newell’s quiere llegar a su primera final. Y el primer paso será ante Midland, quizá en algún estadio de la capital provincial.