Marcela Rodríguez tiene una hija de 10 años y en los últimos 11 meses trabajó en la planta de Topper de Aguilares, provincia de Tucumán. Antes de salir de vacaciones, su jefe le dijo que se quedara tranquila, que a la vuelta iba a conservar el trabajo. 

Cuando entró en la conocida fábrica de calzado, hace casi un año, Marcela dejó de cobrar la Asignación Universal por Hijo. Ahora, a poco de formalizar su relación laboral,  fue despedida junto a otras 84 personas que estaban en las mismas condiciones de contratación. Además, le comunicaron que tampoco le reconocen la indemnización. 

"Ayer (por el miércoles) nos empezaron a llamar por grupos, nos pusimos felices porque íbamos a cumplir un año y pensamos que nos iban a hacer firmar contrato, pero nos dejaron sin laburo", contó Rodríguez, en diálogo con AM750.

La situación es de desamparo total, nadie se comunicó con los despedidos (de las 85 personas, 80 son mujeres), ni siquiera el sindicato. La empresa alegó que por la caída brutal en las ventas no podía sostener tanto personal. 

"Todas mis compañeras están destruidas. No hemos podido ni sacar nuestras pertenencias. Hemos tenido que esperar en la puerta una hora y todas las chicas lloraban desconsoladamente, es injusto cómo nos han corrido", relató la entrevistada en Branca de vuelta

La planta en cuestión es la exAlpargatas, una de las fábricas de zapatillas más grandes del país, que cuenta con 1061 trabajadores y tiene historial de despidos masivos. En 2018, durante el Gobierno de Mauricio Macri, echó a 500 empleados, un tercio de los trabajadores. 

"Yo les decía a mis compañeros que si ganaba el Gobierno que está ahora, los primeros afectados ibamos a ser nosotros. La mayoría de la gente que trabaja en Topper ha votado a este gobierno", se lamentó Rodríguez.