Con el estentóreo título de "Comunicado a la población de Rosario", la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, prometió "terminar con el terror en las calles, con la violencia y la sangre" porque la ciudad "es una de las prioridades en materia de seguridad" y anticipó que se aplicará la figura de "acto de terrorismo" para todo hecho de violencia perpetrado en la vía pública o en el interior de lugares públicos.

"Rosario es una de nuestras prioridades en materia de seguridad. Y si bien estamos trabajando desde el minuto uno en llevar paz a los ciudadanos, el delito y el crimen organizado no descansan y no se dan por vencidos. Todo el país vio los terribles hechos acontecidos en los últimos días, y si no ponemos un freno urgente, la violencia va a seguir escalando. Rosario sangra. Y no necesita un simple torniquete para mejorar. Necesita una cura definitiva. Por eso vamos a ir a fondo. Con firmeza, sin que nos tiemble el pulso", dijo la ministra.

"Decidimos convocar en forma urgente al Comité de Crisis. Junto al gobernador Pullaro y a los jefes de las cinco fuerzas federales vamos a tomar las medidas necesarias para que todo hecho de violencia perpetrado en la vía pública o en el interior de lugares públicos sea inicialmente considerado como un intento de aterrorizar a la población o condicionar a las autoridades y, por tanto, se denunciará como un acto de terrorismo", explicó.  Y agregó: "Tenemos previsto solicitar el apoyo de las Fuerzas Armadas, siempre dentro de los términos de la Ley de Seguridad Interior".

Se aplicará el artículo 41 del Código Penal, que textualmente dice: "Cuando alguno de los delitos previstos en este Código hubiere sido cometido con la finalidad de aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, la escala se incrementará en el doble del mínimo y el máximo". En tal contexto, los autores de estos delitos pueden sufrir el doble de la pena prevista para el hecho cometido.