Comodoro Py fue ayer escenario de una nueva función. Esta vez, en torno a Cristina Kirchner, quien a menos de 24 horas del show montado alrededor de la detención del diputado Julio De Vido, debió concurrir a la indagatoria por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán. La ex presidenta y senadora electa cumplió el trámite sin responder preguntas ante el juez Claudio Bonadio, a quien sí le dejó un escrito para refutar las imputaciones que le hace. En ese texto hizo una defensa de carácter más jurídico y calificó de “absurda e injuriosa” la acusación, cuya intencionalidad política remarcó luego al hablar frente a los periodistas a la salida de los tribunales de Retiro. Allí encuadró la causa abierta por la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman en una campaña de persecución que el Gobierno impulsa en contra suya y de funcionarios de su gestión para que no se hable del ajuste de Mauricio Macri.

“Quieren hacer callar a la oposición en el Parlamento, el Gobierno está detrás de esto. Quieren un Parlamento sumiso donde los legisladores voten lo que ellos quieren. Conmigo no lo van a lograr. Estoy dispuesta a representar a los tres millones de bonaerenses que se expresaron contra el ajuste”, afirmó la ex presidenta al salir de Comodoro Py, adonde había llegado minutos antes de las 10.

CFK fue citada a indagatoria en plena campaña electoral. Bonadio avanzó en la causa a partir de la denuncia original de Nisman a pesar de que ninguno de los supuestos que en su momento planteó el fiscal fallecido se cumplió: las capturas con alertas rojas de los sospechosos iraníes no fueron levantadas, no se creó tampoco ninguna Comisión de la Verdad que mejorara la situación de los imputados, ni se alivianó su situación armando otra pista que culpabilizara por el atentado contra la AMIA a nazis locales, ni hubo intercambio de petróleo por granos, ni aumentaron los negocios con Irán. En el mismo expediente ya fueron indagados también el ex canciller Héctor Timerman, varios ex funcionarios y otros mencionados por Nisman.

La ex presidenta estuvo menos de dos horas en los tribunales federales de Retiro. Le dejó al juez un escrito de 12 carillas que firmaron también sus abogados Alejandro Rúa y Graciana Peñafort.

“De usted no espero Justicia”, concluye la presentación, en la cual la senadora electa por Unidad Ciudadana consignó también que en la Argentina habrá justicia cuando “se restituya el estado de derecho, tan dramáticamente afectado hoy por la espuria y desvergonzada relación entre el Poder Político y el Poder Judicial”.

En su escrito, CFK negó “expresa y taxativamente” haber incurrido en “una conducta ilegal en oportunidad de la suscripción del Memorándum de entendimiento con Irán sobre temas vinculados al ataque a la sede de la AMIA”. En esa línea, calificó la acusación de “absurda e injuriosa” y remarcó que es “insostenible” considerar delictiva “una conducta típica de un acto de relaciones exteriores del Poder Ejecutivo”.

La ex presidenta argumentó que las decisiones de gobierno en materia de política exterior “no pueden ser objeto de revisión judicial”. “Más aún en el caso de un acto que nunca entro en vigencia y que por lo tanto nunca tuvo efectos jurídicos”, agregó en referencia al acuerdo con Irán, del que destacó que estuvo guiado por “la incansable búsqueda de Verdad y Justicia para las víctimas del atentado en la AMIA y sus familiares” en una causa que estaba paralizada. Además, rechazó enfáticamente que las alertas rojas para los sospechosos hayan sido afectadas por la firma del acuerdo.

Fuera de los tribunales federales la esperaron militantes y diputados y referentes de Unidad Ciudadana. Entre otros estuvieron Oscar Parrilli, Martín Sabbatella, Eduardo Wado de Pedro, Mayra Mendoza, Axel Kicillof, Juan Cabandié, Teresa García, Edgardo Depetri, Carlos Tomada y el jefe de bloque del FpV en Diputados, Héctor Recalde. También se acercaron hasta allí el ex canciller Jorge Taiana, quien la acompañó en la boleta en las últimas elecciones, y Mariano Recalde, Victoria Montenegro, Leopoldo Moreau, Horacio Pietragalla, Vanesa Siley, Fernando Vallejos y Hugo Yasky.

CFK dejó para ese escenario las consideraciones políticas del caso. “La única traición a la patria es la utilización del Poder Judicial para perseguir a los opositores”, aseguró y dijo que el objetivo de la persecución “es atemorizar a los dirigentes de la oposición”. “Conmigo no van a poder, porque voy a representar siembre los intereses por los que fui votada. Voy a cumplir con el mandato de los bonaerenses que están en contra de estas políticas de ajuste y que creen que se puede vivir en un país mejor”, agregó.