Aun con el desplome de la economía en general, la inflación que ayer anunció el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) marcó 13,2%, y un acumulado de 276% anual. 

Esa cifra que el gobierno central festeja como un éxito, en la ciudad de Rosario estuvo precedida ayer por un indicador que pone de relieve la realidad del bolsillo popular: una familia necesitó durante el mes de febrero el equivalente a casi dos salarios mínimos para no caer en la indigencia: $368.000 como piso.

Comprar alimentos básicos aquí, el mes pasado, costó 385 por ciento más que hace un año. Una progresión que no la emparda ni la mejor paritaria salarial. Y solo si se trata de canasta básica alimentaria, de enero para febrero encareció 27 por ciento.

Son los rasgos más sobresalientes del informe habitual que produce el Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz (CESO), sobre distintos aspectos de la economía local. Este informe enfocó la evolución de los precios en los supermercados de Rosario, sobre un espectro constante de 9 mil artículos. 

El indicador general de precios en supermercados para el primer bimestre del año sumó 30,4% de aumento. En febrero, ese índice aumentó 12,78% y redondeó una variación interanual de 398,33%. Es decir, que una compra promedio de supermercado hoy cuesta cuatro veces más que en febrero de 2023.

En febrero hicieron falta casi 30 mil pesos más que en enero para ir al supermercado y comprar los insumos elementales de la canasta alimentaria (CBA) para una familia tipo. El incremento redondeó 8,83%, y acumuló en el bimestre 27,25%. Eso significa que un grupo familiar, en Rosario, hoy requiere $78.841 más que en diciembre para comprar los mismos productos.

Quedó en evidencia lo abrupto del shock devaluatorio que dominó diciembre y enero. Por lo tanto, el trabajo del CESO midió que el incremento interanual de la CBA en Rosario ha sido del 385,16%.

La progresión con la que terminó el IPS (Índice de Precios de Supermercados) el 2023 había hecho pico con la devaluación de agosto, que impulsó subas del 17,22%. Luego Sergio Massa pisó los precios en la antesala electoral y setiembre cerró con +6,42%. Pero tras la derrota del gobierno a manos de Javier Milei, el indicador emprendió cuesta arriba una espiral sin pausa: 12,39 en octubre, 24,43 en noviembre, el clímax de 57,49 en diciembre tras la devaluación aplicada por Luis Caputo apenas asumido, y enero 15,62.

La evolución interanual del IPS medido mes a mes muestra el recalentamiento de los precios y, como correlato, la retracción del consumo: de 126% entre agosto y octubre 2023, saltó a 321% en diciembre y 398% en febrero.

En términos de billete, el estudio coordinado por la economista Celina Calore estableció que el mes pasado una persona adulta necesitó poco más de 119.000 pesos para cubrir sus necesidades alimentarias básicas. Y que una familia promedio de cuatro miembros requirió de $368.108.33 para no caer en la indigencia. 

En el desagregado de los rubros principales del supermercado, destaca con nitidez el salto de precios que mostraron las frutas y verduras, 50,06% de aumento en febrero respecto del mes anterior. Fue el renglón que más empujó para explicar el promedio general de 12,78%.

En orden decreciente, los rubros que siguieron con sus aumentos fueron Panificados (22,44); Perfumería (20,82); Lácteos (18,83); Bebidas con alcohol (13,72); Pastas (12,64); Bebidas sin alcohol (12,59); Almacén (8,7) Galletitas (8,22); Carnicería (8,1); Fiambres (7,55); Limpieza del hogar (6,76); Farmacia (4,19).

El documento repara al interior de algunos rubros, como carnes. "Aumentó 8,1%, las carnes blancas lideraron el top con 15,18%, seguida por la carne vacuna 13,06%, y el cerdo bajó leve, 3,1%", señalaron. 

En cuanto a productos de almacén (+8,7%), lo que más encareció fueron aceites y vinagres (+12,5), mayonesas (+26), y tomates y salsas (+15).