La justicia de Jujuy absolvió por el beneficio de la duda a Martín Sabando, quien fue juzgado acusado del femicidio de Dafne Soto, una joven humahuaqueña de 18 años, que murió el 26 de enero de 2022 cuando se encontraba en una habitación junto a su pareja. En el momento del hecho el hombre tenía 20 años.

La justicia jujeña resolvió dejar en libertad a Sabando tras un juicio que se inició el 7 de febrero en el Tribunal en lo Criminal Nº 1, integrado por las juezas Carolina Pérez Rojas y Felicia Barrios y el juez Luciano Yapura.

Luego de cuatro audiencias, la justicia tomó los elementos probatorios y los resultados de las pericias, que concluyeron que la joven se quitó la vida. Sin embargo, la madre de la joven, Amalia Mamaní, asegura que su hija era víctima de violencia por parte de Sabando: "yo sé que él mató a mi hija", aseguró. 

En el juicio el mismo fiscal Marcelo Cuéllar solicitó que se aplicara el beneficio de la duda y se absolviera a Sabando, y que se le diera la libertad inmediata. Las querellas, de organismos provinciales, adhirieron al pedido de la fiscalía. El abogado  Joaquín Campos, representó a la querella del Centro de Asistencia a la Víctima, mientras que la abogada Miriam Valdez y el letrado Leonardo Rodrigo Fernández representaron al Consejo Provincial de la Mujer e Igualdad de Género.

La absolución también fue solicitada por la defensa, a cargo de los abogados José Luis Longombardo y Manuel Alejandro Chavarría.

Dafne Soto murió el 26 de enero de 2022, entre las 6 y las 12 horas, en la habitación de una vivienda del barrio 2 de Abril de la turística ciudad de Humahuaca. Cuando murió se encontraba junto a Sabando.

La acusación inicial de la fiscalía afirmaba que hubo una discusión y en esas circunstancias el hombre había asesinado a Soto. Luego comenzó a pedir ayuda y cuando la madre de la joven abrió la puerta de la habitación, el hombre huyó.

“Sabando se metía en la casa”

La madre de Dafne Soto, Amalia Mamaní, lamentó la absolución. “Solo siento más dolor, impotencia, escuchar que Sabando ha dicho en el juicio que era una mala persona para mi hija. Entonces por qué la perseguía, Sabando se metía en la casa”, sostuvo.

"Cuando pasó lo de mi hija me llamó el fiscal (Walter) Rondón y yo le solicité que investigue. No tenía fuerzas para nada, y sigo igual, siento impotencia porque confié en la Justicia, en la policía, en su trabajo, pero fallaron de todos lados”, repasó Mamaní, aunque aclaró que aún no sabe si apelará la sentencia. 

“Solo quiero que mi hijita descanse en paz, no sé como se mide la violencia porque la Justicia no me respondió, quiero ponerme fuerte", añadió. Contó que recuerda a su hija en cada lugar de la Quebrada, feliz, con sueños por alcanzar, y “ellos –por la justicia- me quieren hacer creer algo que no es. Te mienten en la cara, mi mejor terapia es estar con mis hijos”, agregó. 

Amalia tiene una hija de 25 años y dos niños de 6 y 8 años, que presenciaron la violencia de Sabando contra Dafne. La pareja se había conocido en Tilcara en setiembre de 2021 y ya en diciembre ella lo quería dejar, según el relato de sus familiares. “Se metía a la casa y los niños presenciaban la violencia de ese sujeto con mi hija. Cuando ocurrió lo de mi hija fue lo primero que tuve que sanar y era mi hogar”, recordó la madre.

“Estoy en un momento terrible porque ese tipo le hizo tanto daño a mi hija, y hoy está libre, yo sé que él mató a mi hija”. Contó que el día del hecho "la policía invadió todo. Yo nunca entré a ver a mi hija, esa puerta no se abrió, por algo se rompió la ventana de mi casa para que el médico entrara y la policía. En ese shock que tuve, ví por la rendija que él –Sabando- se agarraba la cabeza, no sé como sale de la pieza. Tengo la imagen de él en la ventana”, recordó. Su relato difiere del que hizo la fiscalía en la acusación, que afirmó que Mamaní entró a la habitación y Sabando huyó en ese momento. 

Nunca nadie me pregunto a mí, no hablé con la policía", agregó la madre. "Al juicio fui a declarar y se escuchan mentiras. Escuchar a Sabando decir que estaba bien con mi hija, que él era un mal hombre para ella, mala influencia, haciéndose el pobre hombre", contó. Recordó que un peritaje psicológico afirma que Sabando "es una persona buena e incapaz de actuar con tanta violencia. Por eso siento dolor, desconfianza, y somos víctimas todo el tiempo”, afirmó antes de señalar que el joven y su grupo eran conocidos entre los vecinos.

"Era mi compañera"

“Cuando sucedió esto no tenía fuerza para nada, habían muerto a mi hija de 18 años, mi compañera, con la que yo estaba en Tilcara; hasta sus últimos días mi hijita trabajaba”. “Ese muchacho le había pegado en Humahuaca y decido llevarla a Tilcara conociendo ese incidente. Cuando mi hijito presenció un hecho de violencia, que el tipo le lastima la boca, iba a hacer la denuncia. No la hice porque no quería tener diferencia con mi hija y decidí llevarla a trabajar conmigo”, recordó.

Añadió que muchas personas sabían de la violencia que sufría su hija y se lo relataron después del femicidio aunque no quisieron testimoniar en el juicio, o no fueron convocadas. 

Mamaní recibió el acompañamiento de colectivos feministas. "Tengo hijos hermosos que amo como amo a mi hija, siento que si voy a una marcha los expongo, el hecho de que me vean llorar me duele más porque no tengo palabras para explicarles lo que pasó con Dafne”.

También señaló que su hija era coqueta con su cabello, su ropa, había sido elegida reina en la Fiesta Nacional de los Estudiantes, pero cuando conoció a Sabando hubo un cambio en su imagen, ya no tenía uñas largas, ni se arreglaba las pestañas y usaba ropa suelta. La madre atribuye ese cambio a la presión del muchacho. Añadió que la joven dejó de ir a bailar y que le contaron que Sabando la sacaba de las fiestas violentamente. 

El 8M Mamaní participó por primera vez de una marcha. Lo hizo para reclamar “por todo lo que sigue viviendo, porque no puede descansar tranquila". "No quiero que quede libre un asesino, ni tampoco que vaya preso un inocente, pero él mato a mi hija", ratificó. Sin embargo, llamó a "no descreer de la justicia por si no, nos perdemos como sociedad”.

“Quiero estar con mis hijos, le prendí una velita a ella quiero que descanse tranquila, ya tiene que descansar y a mí me va a doler el alma toda la vida”, afirmó.