El Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos (USW) de Estados Unidos anunció este miércoles su apoyo al presidente Joe Biden para las elecciones presidenciales de noviembre, mientras que una corte apelación prohibió la implementación de la ley migratoria de Texas, que permite al estado arrestar y deportar a migrantes que hayan llegado al país de manera irregular.

El apoyo metalúrgico

David McCall, presidente internacional de USW, indicó en un comunicado que Biden demostró en reiteradas ocasiones a lo largo de su mandato que apoya a las familias de la clase trabajadora. "Su visión y su gobernanza permitieron a nuestro país fortalecer el acceso de los trabajadores a las negociaciones de convenios colectivos, hacer crecer la clase media y guiarla por el camino hacia una mayor prosperidad", subrayó.

Este anuncio se produce pocos días después de que Biden informara que se opone a la adquisición del grupo siderúrgico estadounidense U.S. Steel por parte del conglomerado japonés Nippon Steel. "U.S. Steel fue una empresa icónica durante más de un siglo, y es vital que siga siendo una empresa estadounidense, controlada y gestionada desde Estados Unidos", dijo Biden en un comunicado el pasado 15 de marzo.

La preocupación es especialmente fuerte en Pensilvania, donde se encuentra la sede de U.S. Steel y que será uno de los estados decisivos en la definición de las presidenciales. El USW precisa que su llamado a votar por Biden fue el resultado de un largo proceso de reflexión, que incluyó consultas con sus miembros para conocer sus prioridades.

El mandatario norteamericano también recibió el respaldo de otros sindicatos. Sin ir más lejos, en enero logró el apoyo público del sindicato United Auto Workers (UAW), el más importante del sector automotor del país. "Este noviembre (en las elecciones), podemos levantarnos y elegir a alguien que nos apoye o podemos elegir a alguien que luche contra nosotros", apuntó el líder de UAW, Shawn Fain, en un discurso durante la conferencia anual del sindicato que se celebró en Washington, con la participación de Biden como invitado.

Los mayores logros de Biden para el movimiento laboral incluyen la aprobación de billones de dólares en gastos en infraestructura, semiconductores y paquetes climáticos que incentivan a las empresas a contratar trabajadores sindicalizados, así como la instalación de un defensor laboral al frente de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, que facilitó la afiliación de los trabajadores en los sindicatos.

El voto latino y la inmigración

El demócrata también busca conseguir el apoyo de los latinos en las elecciones. Es por eso que recientemente lanzó un spot de campaña, en el que buscó diferenciarse de Trump. "Por nuestros abuelos: insulina que cuesta 35 o cientos de dólares. Esa es la diferencia entre Joe Biden y Donald Trump. Solo hay una opción. Tu voto hace la diferencia", señalan dos voces en off, que intercalan palabras en inglés y español a lo largo de los 15 segundos de video.

Al compás de la difusión del spot, la implementación de ley migratoria de Texas conocida como SB4 volvió a quedar en suspenso, debido a que el Tribunal de Apelaciones del quinto circuito (con sede en Nueva Orleans, Luisiana) volvió a bloquear la normativa. El martes, el Supremo de EE.UU. había emitido una orden que daba luz verde para que la ley entrara en efecto. La nueva regla tipifica como un crimen estatal, con condena de hasta seis meses de cárcel o 20 años para personas reincidentes, la entrada irregular a Texas desde México. A su vez, permite que los jueces del estado ordenen que los migrantes arrestados bajo este nuevo delito sean expulsados a territorio mexicano.

La audiencia

El panel de Apelaciones, compuesto por tres jueces federales, se reunieron este miércoles para escuchar los argumentos de los abogados del gobernador Greg Abbott y del Gobierno de Joe Biden, enfrentados sobre la gran pregunta de quién tiene la potestad para ejercer las leyes migratorias de EE.UU. en la zona fronteriza.

Durante la audiencia, el abogado en representación de Texas, Aaron Nielson, argumentó que la nueva legislación imita la ley federal y responde a un intento de Texas por defenderse a sí mismo ante la crisis migratoria en la frontera. "En Texas hemos decidido que, como estamos en el epicentro de esta crisis, vamos a hacer algo al respecto", remarcó.

La jueza Priscilla Richman presionó al abogado con preguntas sobre cómo funcionaría esta ley en el día a día, teniendo en cuenta que permite a las autoridades arrestar a una persona bajo la sospecha de que haya cruzado irregularmente la frontera. Nielson reconoció no saber de qué manera se aplicaría en varios escenarios que planteó la jueza, por ejemplo si las autoridades arrestan a un migrante que lleva años viviendo en EE.UU. o si es una persona que se encuentra en proceso de solicitud de asilo. 

El abogado del Departamento de Justicia, Daniel Tenny, hizo énfasis en que las cortes fallaron en el pasado en contra de que un estado aplique las leyes de migración de EE.UU., que son ejecutadas por el Gobierno federal. En concreto, hizo referencia a una decisión del Supremo de 2012 sobre una ley similar que intentó promulgar Arizona, en donde los magistrados concluyeron que los estados no pueden emitir sus propias leyes migratorias. Solo uno de los tres jueces, el magistrado Andrew Holman, quien fue nominado por Trump, se mostró más escéptico frente a los argumentos del gobierno de Biden.

La batalla legal por la ley SB4 es el último ejemplo del enfrentamiento entre el gobierno de Texas y el gobierno federal. El gobernador Abbott, un aliado cercano de Trump, acusó a Biden en varias ocasiones de provocar una crisis en la frontera y lanzó medidas para restringir la entrada de migrantes y solicitantes de asilo desde México. Entre ellas, la instalación de kilómetros de alambre de concertina y la militarización de distintas áreas fronterizas, con el despliegue de la Guardia Nacional.

Cada vez más cerca de la revancha

En lo que respecta a las primarias, Biden y Trump ganaron en sus respectivos partidos en los estados de Ohio, Illinois, Kansas y Arizona, donde los dos aspirantes obtuvieron más del 75% de los apoyos. Además de estos resultados, Trump obtuvo su victoria también en las primarias republicanas del estado de Florida, donde consiguió todos los delegados (125) al registrar más del 80% de los votos. En el caso de Biden, las primarias demócratas en el estado de Florida se cancelaron, debido a que solamente se presentó el mandatario, a quien le asignaron automáticamente todos los delegados (224).

La semana pasada Biden y Trump consiguieron los delegados suficientes para convertirse en los candidatos de sus formaciones políticas para las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre, en unos comicios en los que arrasaron en prácticamente todas las votaciones ante la falta de rivales de peso dentro de sus partidos. Sin embargo, ninguno de los dos se convertirán en candidatos oficiales hasta las convenciones nacionales de cada partido, que se celebrarán este verano.

Biden y su predecesor se dirigen así a la revancha en las presidenciales, repitiendo el enfrentamiento electoral entre ambos vivido en los comicios de 2020, en un país polarizado tras el triunfo del magnate estadounidense en 2016. Desde entonces, ambas candidaturas estuvieron marcadas por la avanzada edad de ambos y, sobre todo, por los numerosos procesos judiciales que tiene Trump bajo los hombros. A su vez, en los últimos meses la gestión de Biden del conflicto en la Franja de Gaza le contrajo numerosas críticas internas.