La NFL, organismo rector del fútbol americano, ese deporte parecido al rugby que se juega en Estados Unidos, realizó modificaciones en su reglamento para proteger a los jugadores de las tan temidas lesiones cerebrales, acaso la principal crítica que recibe esta disciplina -popularizada también por la película de 2015, Concussion, con Will Smith como protagonista- y que afecta seriamente la salud de los atletas sobre todo cuando dejan de jugar.

De acuerdo a lo informado por la propia liga, el número de conmociones cerebrales de la temporada 2023 fue de 219. Una barbaridad. Y en ese sentido, la NFL aprobó este martes cambios en el 'kickoff' (patada inicial) de los partidos con los objetivos de disminuir la tasa de golpes de cabeza.

Con la nueva regla, nadie más que el pateador y dos regresadores del equipo rival podrán moverse hasta que la pelota toque el piso o uno de los dos receptores lo atrape, restricción que reducirá la velocidad de choque entre el resto de los jugadores.

Anteriormente los jugadores defensivos se alineaban en la yarda 35 y emprendían su camino a detener al oponente en cuanto el pateador despejaba desde esa misma yarda. Esto provocaba mayor número de colisiones a alta velocidad que ocasionaban un alto número de conmociones cerebrales y también invitaba a los equipos a evitar el regreso de patada, algo que la NFL espera cambiar.

El cambio fue aprobado con 28 votos a favor y tres en contra (49ers, Raiders y Packers) de los propietarios de los equipos de la NFL en la reunión anual de la liga que concluirá este miércoles y donde también se prohibió por unanimidad el tackle denominado "hip-drop".

El "hip-drop" es un tackle en el cual el defensor se lanza por detrás del atacante, lo agarra de las piernas y lo derriba, provocando que puedan quedar atrapadas las rodillas o tobillos del oponente por el peso de la cadera (hip, en inglés) del tackleador. De acuerdo a los informes de la NFL sobre la temporada pasada, las lesiones por este tackle se incrementaron entre 20 y 25 veces respecto del 2022.

La prohibición de este tackle se llevó a cabo a pesar de la negativa de los propios jugadores, a través de su Asociación (NFLPA). "Los jugadores se oponen a cualquier intento de la NFL de prohibir el hip-drop. Si bien la NFLPA sigue comprometida con mejorar nuestro juego por salud y seguridad, no podemos apoyar un cambio de reglas que cause confusión a nosotros como jugadores, entrenadores, oficiales y, especialmente, a los aficionados", fue su llamativa postura.