El intendente Pablo Javkin espera que en los próximos días haya más novedades que permitan establecer, sin exagerar, la posibilidad de una constante en la baja del delito violento vinculado al narcotráfico. Coincide con la evaluación positiva que hicieron el gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y también parece haberse quitado el “corset ideológico” que podría haberlo limitado por sus orígenes políticos a entregarse de lleno a los proyectos punitivistas más extremos. “Hay que parar esto, necesitamos las herramientas. No hay tiempo para tratar de desarrollar el Estado ideal”, sostienen alrededor del jefe del Palacio de los Leones. Los crímenes de los dos taxistas, el chofer de colectivos y el playero de la estación de servicio, se volvieron a comer la política como en los tiempos del gobernador Antonio Bonfatti donde también se asistió a una zozobra de proporciones.

Javkin espera las mismas novedades que espera Pullaro para esta semana: La posibilidad de que los fiscales puedan establecer los autores ideológicos de los asesinatos de la primer quincena de marzo; pero además consolidar o dar por tierra con la teoría del pacto entre bandas que habrían dejado de lado sus enfrentamientos coyunturales para atacar coordinadamente al Estado. Lo que esperan, es obvio, es que esta hipótesis esté lo más lejos de la realidad posible. De lo contrario, la amenaza será latente.

Más allá de los detalles, si el conjunto mejora la imagen de la inseguridad en Rosario, la idea del intendente es empezar a trabajar con los principales actores sociales, en un discurso unificado para que la ciudad “no aparezca tan debilitada en el plano nacional”. El proyecto apunta no a negar la realidad, pero sí a limar los bordes de las voces que se vayan sumando al contexto negativo y pesimista.

Aunque no lo van a reconocer públicamente, en el Ejecutivo local no están de acuerdo con que sean los hoteleros y gastronómicos -los directos afectados- los que salgan a batir el parche con la caída de las reservas del reciente feriado extra largo. “Acaso creen, por ejemplo, que en Córdoba ¿alguien de la cadena turística va a salir públicamente a reconocer una merma importante en el flujo turístico en esa provincia, debilitando sus propios intereses?”, se preguntan fuentes del gobierno rosarino. Y especulan con que Rosario es una ciudad receptora de turismo con promedio de dos noches y que el reciente feriado era de seis días en total. Lo cual habría influido en la elección del destino más que las noticias funestas que rodean a la ciudad. Es decir, no tapar el sol con la mano pero tampoco ponerle desde Rosario una lupa de aumento a los problemas.

También les molestó la filtración de la supuesta suspensión de varios simposios o congresos que habitualmente se desarrollan aquí y que ahora cambiarían de sede. “Seguramente apuntan al congreso a Aapresid (la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) que se hará en Buenos Aires pero porque hubo una negociación con el Grupo Clarín”, aclaran las fuentes gubernamentales y agregan que “eso nosotros lo sabíamos desde el año pasado”.

Los extremos y la gestión

Javkin denunció la caída de la coparticipación nacional, y por ende también la provincial que reciben los municipios y comunas, al anunciar la pavimentación y bacheo en 45 barrios de la ciudad. Una obra que en parte va a ser financiada con la flamante Tasa Vial que empezó a cobrarse esta semana en los surtidores de combustibles de la ciudad. Pero lo que el intendente quiere a esta altura son precisiones: Que el gobierno nacional diga si va a hacer o no una obra pero que nos avise “así buscamos nosotros el financiamiento y avanzamos”. Más allá de que el propio intendente aseguró que seguirá reclamando por los recursos que considera son propios de la ciudad y que deben llegar de Nación, como por ejemplo el fondo para las urbanizaciones.

Más allá de la ideología extrema, la motosierra, la licuadora y las provocaciones constantes; está la gestión. Y la gestión del gobierno nacional es nula. La provincia y el municipio buscan interlocutores en vano desde hace tres meses. “La única que nos da bola es Patricia (Bullrich), pero tienen tal recambio de funcionarios en otras áreas que no podemos establecer reuniones para las definiciones que hacen falta”, repiten tanto en la provincia como en el municipio.

La sintonía con el gobierno provincial es evidente, aunque Javkin ya venía de una buena relación con el gobierno de Omar Perotti con el que se separaron perfectamente los aspectos político-electorales de las cuestiones de gestión. Pero ahora el municipio recuperó financiamiento en materia de salud donde ya pasa de 2000 millones de pesos mensuales el aporte provincial y cobró todo lo que se adeudaba de la gestión anterior. El problema es la caída de la coparticipación por la merma nacional y el parate de la actividad económica que ya se calcula por encima del 25 por ciento y redunda en impuestos coparticipables como Ingresos Brutos. Esa merma no alcanza a ser compensada por la recomposición en el Impuesto Inmobiliario, Patentes y Tasa General de Inmuebles.

Los funcionarios locales que ya han transitado los pasillos de la Casa Rosada se conforman con “tener reglas claras”. Pero ni eso pueden obtener. Un ejemplo concreto es la avenida de Circunvalación, “qué va a pasar allí, quién va a cortar los yuyos o arreglar las luminarias. Ahí no se pueden meter ni provincia ni municipio porque es jurisdicción exclusiva de la Nación. Bueno, no sabemos qué va a pasar”, confió un funcionario que no tuvo ningún éxito en esas gestiones. Todavía se recuerda la querella que recibió el intendente Héctor Cavallero cuando ante la inacción del gobierno nacional se metió con sus máquinas a hacer bacheo en la Circunvalación.

La municipalidad de Rosario todavía no puede anticipar cuánto redundará la antipática Tasa Vial del 0,9% que empezó a cobrarse el viernes en los surtidores de Rosario. “Los datos oficiales con los que contamos de promedios de cargas no están actualizados y además al subir tanto el precio de los combustibles los consumidores cargan menos, pero no sabemos cuánto. Tendremos que esperar un par de meses para saber en qué medida aporta esta tasa a la recaudación local”, admitieron entre los secretarios.

Javkin tiene como prioridad hoy terminar el proyecto de urbanización de barrio Ludueña que se firmó con la gestión anterior en la provincia y contempla la realización de obras viales, aperturas de calles e intervenciones en diferentes espacios públicos. En aquel momento la Provincia se comprometía a invertir más de 726 millones de pesos pero también se complementa con los recursos del fondo nacional para urbanizaciones que el presidente Javier Milei acaba de cortar. El proyecto integral incluía obras de desagües pluviales y cloacales en el barrio, así como el mejoramiento de las calzadas. El convenio incluía el mejoramiento de tres espacios públicos, con la eliminación de basurales y la incorporación de equipamiento urbano. Es decir, un conjunto de obras que una vez terminadas harán mucho más digna la vida en ese barrio.

“Vimos lo que pasó barrio Banana”, dice Javkin y se refiere a un ejemplo de cómo las importantes intervenciones que hizo el Estado en ese barrio terminaron también por pacificar la zona y bajar notoriamente los índices delictivos.

La urbanización total de Villa Banana alcanzó el sector delimitado por las calles Rueda, Servando Bayo, avenida 27 de Febrero y bulevar Avellaneda, beneficiando a un total de 1250 familias. La obra se ejecutó en dos etapas. Ambas incluyeron el mejoramiento de espacios públicos, la dotación de infraestructura básica de servicios, es decir cloacas, red de agua, cordón cuneta, pavimentación, vereda, red eléctrica y alumbrado público, así como las conexiones domiciliarias y urbanización de pasillos.