Los nueve ex consejeros del Gobierno catalán enviados el jueves a prisión como imputados por varios delitos vinculados al plan independentista en la región pasaron su primera noche en la cárcel. A continuación, un detalle de cómo son sus condiciones y los centros penitenciarios en los que se encuentran.

Según la descripción oficial del procedimiento, los consejeros pasaron las primeras horas tras su encarcelamiento el jueves en un módulo de ingresos que intenta paliar el “hecho traumático” de entrar en prisión. El tiempo máximo en ese módulo es de cinco días. Allí se practica un reconocimiento médico y entrevistas con diversos profesionales como juristas, psicólogos, educadores. Eso permite asignar a cada detenido “la ubicación más adecuada” en el centro, teniendo en cuenta su personalidad e historial delictivo.

Los consejeros tuvieron que entregar sus enseres y objetos no autorizados, como los teléfonos móviles, y recibieron a cambio diversos kits, incluyendo uno compuesto por un juego de sábanas y otro con artículos de higiene. Durante la reclusión, los detenidos pueden recibir visitas de familiares y amigos previamente autorizados con tiempos máximos establecidos. También pueden llamar por teléfono y recibir o enviar paquetes y cartas.

En un principio se pensó en distribuir a los imputados por cinco centros penitenciarios, pero el Ministerio del Interior resolvió luego agruparlos en dos situados a las afueras de Madrid. Los siete ex consejeros varones fueron ingresados en la cárcel de Estremera, al suroeste de la capital. Con más de 365.000 metros cuadrados y más de mil celdas, el moderno centro fue inaugurado en 2008 y es el más nuevo de la región.

Allí se encuentran el ex vicejefe del “Govern”, Oriol Junqueras, y los ex consejeros Jordi Turull (Presidencia), Joaqim Forn (Interior), Josep Rull (Territorio), Raül Romeva (Exterior), Carles Mundó (Justicia). 

Las dos ex consejeras mujeres, Dolors Bassa (Asuntos Sociales) y Meritxell Borràs (Gobernación), fueron trasladadas en cambio a la prisión de Alcalá Meco, al noreste de Madrid. Construido en 1978, cuenta con 385 celdas y es un centro de referencia para mujeres.