Es un bajón temerario. Cringe retrógrado, dinosaurio, inquisidor y careta resentido fue lo menos que le agitaron en redes. Señor grande aferrándose a un atril, sonriendo extasiado por la posibilidad de decirle a un auditorio de la ultraderecha española versión Torquemada 2023, que él es conservador de pura cepa y que en la Argentina donde nació, sus tradiciones y valores fueron retrocediendo. En la convención Europa Viva 24-Horror Show organizado por el partido VOX, de extremísima derecha, la chance que se le presentó al Secretario de Culto de la Nación, Francisco Sánchez, era tan de una en un millón que se despachó corto y al pie contra la Ley de Divorcio, el Matrimonio Igualitario -al que con la maldad de su ignorancia llamó “matrimonio homosexual”-, la Educación Sexual Integral, y la legalización del aborto que, dicho sea de paso, ya avisó que va por su derogación. Creador prolífico de discursos nefastos, Sánchez es aquel ex diputado nacional del PRO por Neuquén, que reclamó la pena de muerte para Cristina Fernández de Kirchner apenas diez días antes del intento de femimagnicidio de Fernando Sabag Montiel, con una pistola calibre 32. También apoyó con fervor la instalación de bolsas mortuorias colgadas en 2021 en las rejas de la Casa Rosada, durante un banderazo de Acción Conjunta Republicana. “Estuvieron bien. Las cosas hay que manifestarlas de manera fuerte”, celebró.

Quizá atolondrado de tanto provocar, el liberto que responde a Patricia Bullrich y a Victoria Villarruel ratificó sus dichos ibéricos apenas llegado a Buenos Aires, y en una radio porteña redobló el embate discriminador, machista, fóbico hacia toda disidencia y misógino sin muchas luces: “Cerca del 30% de los chicos que son hijos de familias separadas sufren trastornos de ansiedad, y los hijos de familias separadas tienen rendimientos (escolares) 25% inferior respecto de hijos de familias consolidadas”. Ni idea qué nueva bestialidad lo inspiró ni de dónde extrajo tales cifras, pero sí se avizoran tandas de repulsiones públicas. Pica en punta el apartamiento de reglamento que hizo Cecilia Moreau este martes en la Cámara de Diputadxs, “para rechazar y repudiar las expresiones discriminatorias y retrógradas que efectuó el secretario de Culto, Francisco Sánchez, en España. Sabemos que sacó a relucir su conservadurismo más reaccionario y, escudado en supuestos ´valores tradicionales´, retrocedió hasta la Edad Media. Le molesta la felicidad de un pueblo que amplía derechos reconociendo y respetando las diferencias que nos atraviesan a todos”.

Sánchez navega cómodo en el río revuelto del desmantelamiento de las políticas de géneros, de los programas de asistencia a víctimas de violencias, del plan nacional de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia, de la Línea 137 y del Inadi; del vaciamiento de los programas de acompañamiento económico y jurídico para mujeres y disidencias, y de la ESI, herramienta fundamental de niñeces y adolescencias. A esta última le dedicó un apartado (cómo no exprimir el junte de Europa Viva para fabricar discurso de odio contra la educación sexual integral). “Se aprobaron leyes para que la ideología de género sea obligatoria en las escuelas, para pervertir a nuestros hijos, para hacer daño a nuestra sociedad. Y los conservadores seguimos aferrándonos a lo poco que nos van dejando”, dijo ante un público que aplaudió tibiamente al instagramero “Casado con María Inés, padre de 5 argentinos. #profamilia. Apasionado del básquet”, según figura en su cuenta de IG.

Todavía no arregló cuitas con el papa Francisco, después que lo criticara por haber nombrado a Eugenio Zaffaroni en un instituto de estudios jurídicos del Vaticano. “Caso para estudiosos encontrar un Papa que haya hecho tanto daño”, publicó el año pasado en X. Bocón al fin, tampoco logró remar el malestar de lxs referentes de las comunidades católicas, judías y musulmanas, a las que les había dedicado agravios propios de la deshumanización mileísta. Es improbable que lo couchee su asesor-alter ego Jorge O´Reilly, miembro del Opus Dei cercano a Victoria Villarruel, o que lo reflote del pantano la estrechez de sus vínculos con evangélicos renombrados, como la diputada neuquina por La Libertad Avanza, Nadia Márquez, hija a su vez del pastor Hugo Márquez, que oficia como vicepresidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (Aciera). La trazabilidad de los personajes cuadra ajustada “entre la ideología de género y una ´antropología individualista del neoliberalismo radical´”, implica un capítulo de “La potencia feminista. O el deseo de cambiarlo todo”, de la socióloga e investigadora Verónica Gago, integrante del colectivo Ni Una Menos.

Contra los embates reaccionarios, activistas de diferentes países se concentraron en rechazo al evento de VOX y para decirle a Milei “No sos bienvenido”. “Si la derecha global está organizada, nosotras estamos organizadas también, y el feminismo plantará cara al fascismo que avanza peligrosamente”, pronunció en la Plaza Colón, ante una multitud, Cristina Fallarás, del movimiento por el derecho al aborto Mi Voz, Mi Decisión, que organizó la contramarcha. De Argentina participaron la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y Ni Una Menos, entre otras organizaciones. “Denunciamos la presencia del Presidente Milei en dicha reunión en Madrid, y las políticas de Estado que sistemáticamente violan los derechos humanos con la implementación de estrategias económicas que condenan a la pobreza e indigencia a sectores amplios de la población y destruyen la salud, la educación y la cultura. Ni un derecho menos, ni un ajuste más”, manifestó en un comunicado la Campaña, que adhirió en repudio al encuentro de los popes de la ultraderecha europea con la presencia latina de Javier Milei y de José Antonio Katz, de Chile, y se incorporó a las acciones “para luchar de pie contra el fascismo”. En representación de Ni Una Menos, la socióloga, docente y militante feminista Luci Cavallero, dijo que “desde Argentina estamos haciendo un gran esfuerzo de movilizaciones masivas. Nos organizamos en asambleas transversales, donde vienen colectivos de todo tipo. Apostamos al feminismo popular. Este es un momento de inflexión, después de haber llenado las calles con millones de personas, como el 8 de Marzo, y este gobierno de Milei hace de cuenta que las movilizaciones no cuentan.” Sumó definiciones en un conversatorio transfeminista de la Fundación Anselmo Lorenzo: “Argentina es hoy el laboratorio donde se ensaya una forma extrema de alianza entre neoliberalismo y autoritarismo, y no por casualidad los feminismos y el movimiento LGTBQ+ aparecen como uno de sus principales enemigos íntimos. Mientras Milei aplaude a (el presidente de VOX, Santiago) Abascal y le da su respaldo para las elecciones europeas, transfeministas de uno y otro lado del charco aunamos nuestras voces.”

Sánchez debería tomar nota de que esa confluencia internacionalista de feminismos y transfeminismos, como sostiene Cavallero, están fusionando voces con más movilizaciones y memoria colectiva. Queda fijada en esa agenda común su fantasía loca de imponer políticas antiderechos, y ni que hablar de las denuncias que pesan en su contra, como la que le interpuso Alejandra Oehrens, subsecretaria de las Mujeres de la Municipalidad de Neuquén -donde los casos de violencia de género aumentaron en un 30%-, por sus mensajes en X (Twitter) violentos, sexistas discriminatorios y misóginos a varias mujeres, entre ellas una adolescente. El principal representante de Culto en la Argentina parece no tener paz: también arrastra denuncias anteriores por más dichos discriminatorios en el marco de las capacitaciones de la Ley Micaela.