El Banco Central derogó una norma que obligaba a los bancos a extender el plazo del crédito hipotecario UVA en el caso de que la inflación por la que ajustan las cuotas supere a la variación salarial. Esa reglamentación, que fue publicitada por los bancos en la actual reedición del programa lanzada por el Gobierno de Milei, no impidió que cientos de miles de deudores quebraran durante el macrismo, pero sí previno casos puntuales. Muchas familias continúan reclamando una solución política al problema de los UVA, ante lo cual el presidente en su momento declaró: “Acá uno se arregla como puede, se tienen que hacer cargo de la decisión incorrecta que tomaron”.

La norma anulada obligaba a los bancos a ofrecer una extensión en la cantidad de cuotas del préstamo UVA toda vez que el valor a pagar –ajustado por inflación- superase en un 10 por ciento a la cuota que hubiese resultado de aplicar el Coeficiente de Variación Salarial (CVS). El plazo podía extenderse en “hasta 25 por ciento del plazo original” del crédito, de modo de evitar una excesiva carga sobre los deudores. Fuentes privadas incluso señalaron que los bancos públicos y privados que empezaron a otorgar la nueva edición de préstamos UVA lanzada en abril hicieron notar la existencia de esta cláusula en el lanzamiento del programa.

Aún con dicha normativa vigente, cientos de miles de hipotecados UVA entraron en quebranto porque la relación cuota-ingreso pasó a superar el ratio del 35 por ciento que prometían los bancos financiar.

Reedición UVA

Los créditos UVA fueron un fracaso que ahora busca reeditar el Gobierno de Javier Milei. Por entonces, el macrismo prometía lanzar un millón de nuevos préstamos hipotecarios al mercado, pero las cifras en la realidad se mostraron mucho más modestas. La cantidad otorgada promedió los 80.000 contratos entre 2017 y 2018, pero bajó a solo 9.000 en 2019 luego de la aceleración inflacionaria. Muchas familias quedaron desamparadas y el macrismo les negó una solución desde el Estado.

Ahora la situación se repite, con una inflación que no alcanza a estacionarse, muchas familias podrán tomar un crédito para primera, segunda vivienda o refacción y quedar desamparadas si la cuota asciende mucho más que el salario. Con la norma derogada, en ese caso cada banco podría ofrecer una extensión del plazo, absorber el aumento excesivo de la cuota, hacerlo con solo una parte de ese excedente y que el resto lo pague el cliente u otra opción alternativa. Y cabe recordar que los bancos rechazaron compartir las pérdidas con los deudores cuando estalló la burbuja de los primeros hipotecados UVA.

A mediados de 2023, la Cámara de Diputados sancionó un proyecto de ley que obligaba a modificar el índice para la actualización de las cuotas -de UVA a considerar el CVS- y establecía que la relación cuota-ingreso no debía superar el 30 por ciento, además de la creación de un Fondo Fiduciario al que debían aportar los bancos para la cobertura de dichos préstamos. Luego el texto fue modificado por el Senado y ahora espera ser ratificado por la cámara baja.

En medio de aquel debate, el entonces flamante presidente Javier Milei dijo en una entrevista en el programa A dos voces: “¿El gobierno le puso una pistola en la cabeza para que los tomen?”, aclaró por si quedaban dudas.