El ex cabo de la Federal Martín Alexis Naredo, condenado a perpetua por balear al adolescente Jon Camafreitas, en 2012, mientras lo tenía sujeto por la espalda, fue detenido ayer. Naredo, condenado en agosto de 2014, permanecía prófugo desde el día de la sentencia. Había pedido permiso para ir al baño. Volvió tres años después.

El caso de Camafreitas había sido incluido en varios informes sobre violencia institucional incluyendo el Informe 2013 “Derechos humanos en Argentina” producido por el CELS y un informe sobre Violencia Institucional de la Defensoría porteña. Pero la fuga de Naredo ante las mismísimas narices del Tribunal Oral 23 que lo condenó podría aparecer en el Libro Guinness de los Records. El ex cabo, pidió permiso para ir al baño y desapareció entre las leyes de la camaradería institucional, la empatía jurídico-policial y los usos y costumbres de la 8ª, una comisaría que en aquella fecha ya contaba en tres meses con dos casos calcados de “¿puedo ir al baño?” previa lectura de sentencia a perpetua.