Emmanuel Labrador, estudiante de sexto año, denunció ante Página/12 que la actual gestión, encabezada por el coronel Juan José Collins, quien a diferencia de su antecesor concurre al establecimiento con su uniforme militar, rompió el "buen diálogo" que los alumnos mantenían con las anteriores autoridades. “Este año explotó todo por hacer la V de la victoria dos veces”, agregó Emmanuel.

La primera fue en el aniversario de la muerte de Centeno, huérfano de padre tras la Batalla de Cepeda, quien fundó el colegio años más tarde para acoger a otros huérfanos. Como presidente del centro de estudiantes, Labrador fue el responsable de hablar en nombre de los alumnos. “Cuando terminé mi intervención, miré hacia mi división e hice la V, que un preceptor consideró una falta", recordó Emmanuel.

El miércoles pasado Labrador volvió a ser apercibido, por el propio director del establecimiento, por hacer la V, en esta oportunidad en un pasillo. “El comentario del director, asegurando que en el colegio no hay expresiones políticas y que en caso de que las hubiera el responsable sería sancionado, terminó siendo verdad”, agregó el joven, a quien el director le negó que la sanción pudiese entenderse como una persecución.

El centro de estudiantes advirtió, además, que la persecución también se extendió hacia a los alumnos con el pelo un poco largo o sin afeitarse. "No hay actos por el 24 de marzo y en las aulas se sostiene la teoría de los dos demonios", añadió Labrador en diálogo con este diario. “Lo que sí hay son actos por el 2 de abril, el aniversario de la Guerra de las Malvinas”, aclara Emmanuel: “Este año vino un coronel y dijo que si en el 82 hubiera habido una dictadura, se habría obligado a los hombres a ir a Malvinas, y que la cantidad de voluntarios demostraba que no había sucedido tal cosa”.

En el año en curso tampoco se permitieron en la cartelera del colegio los recordatorios por la Noche de los Lápices, y se arrancaron los afiches de convocatoria al acto del 16 de septiembre, que contó con la participación de Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “Un preceptor descalificó el acto y cuestionó que llevásemos a una mujer cuyos hijos, según él, están en Europa”.

De acuerdo con el testimonio de Emmanuel, no solo hubo “retrocesos” en materia de derechos humanos. El colegio tampoco adhiere a políticas de educación sexual y las pocas clases que se impartieron sobre la materia se hicieron “con un preservativo imaginario”, a las que los estudiantes respondieron con los afiches del Ministerio de Salud, que "también fueron arrancados".