“La propuesta es una invitación a soñar”, propone Leo Gianibelli. El percusionista refiere al homenaje a Jorge Pandelucos, más conocido como Alorsa, que se celebrará este sábado en el Planetario de La Plata (en la Facultad de Ciencias Astronómicas de esa ciudad). Gianibelli es uno de los organizadores de la conmemoración de su amigo, junto a quien integró La Guardia Hereje durante años. “El Planetario tiene las butacas un poco inclinadas hacia arriba, entonces un poco es encontrar esa cuestión mística”, refiere. En la ciudad de las diagonales se congregarán un montón de colegas y viejos amigos de Alorsa, el enorme poeta platense que retrató a la actual generación en los versos de “Vuelve el tango” y que escribió el que con seguridad es el más bello homenaje a Maradona, “Para verte gambetear”. Figuras como Cucuza Castiello, Julieta Cabrera, Lucio Arce, Hernán Casciari, Facundo Radice y otros serán de la partida.
Alorsa tenía apenas 35 años cuando falleció en 2009. Fue un shock para la incipiente comunidad tanguera de ese momento. Era uno de los letristas más pujantes del momento y la distancia de Buenos Aires no le impidía gestionar en todos los frentes. Pocos se movían como él para construir espacios, vínculos y redes. Ninguno tenía su pluma para retratar un universo de personajes cotidianos.
“Jorge era un personaje muy particular laburando, era un apasionado de la composición, de la poesía. Todos los días se sentaba un ratito a crear, a componer”, rememora Gianibelli. “Lo que le inspiraba eran los temas cotidianos, cotidianos de una Argentina que se estaba recuperando del 2001, de ese declive socioeconómico, y lo que nos hacía a nosotros, o lo que nos llamaba la atención, y lo que nos unía como argentinos, como rioplatenses, como platenses”, señala, aludiendo a temas como “Clase 70”, o “Ezeiza”, pero también a versos como los de “No es posible un mundo mejor con árbitros bomberos”.
“Le encantaba la temática bizarra de la cotidianidad, lo que nos une como comunidad, lo que nos hace hablar cotidianamente. Imaginate que todos los temas de conversación arriba de un taxi eran motivos inspiracionales para lo que él escribía. Escribía desde lo que pasaba con un terrorista que se inmolaba con un chaleco de trotil hasta el traidor amigo que se había morfado las facturas, que había prometido guardarlas para la tardecita con el mate. Esas pequeñas cosas cotidianas él las transformaba en poesía”, recuerda el percusionista.
También, destaca, Alorsa se caracterizaba no sólo por trabajar mucho, sino por trabajar rápido. “Para 2007, 2006, yo tenía un espectáculo que se llamaba Historia de Tambores y necesitaba que él me hiciera unos recitados, unos relatos, que eran el hilo conductor de ese musical. Y entonces le pedí que me escribiera sobre el viacrucis y el apocalipsis de la negritud llegada al río La Plata, y el mestizaje ese que desemboca después en lo que nosotros hoy llamamos carnaval. Bueno, me acuerdo que nos juntamos a cenar, y ponele que se fue a las doce y media de acá y al otro día ya tenía un mail de él con catorce recitados enviados a las cuatro treinta de la mañana”, sorprende. “Era una luz para mí, pensaba muy rápido, le salía rápidamente la poesía”.
“A 15 años de su paso a la inmortalidad, creo que el legado es su extensa obra entre canciones, tangos, milongas y candombes”, reflexiona Gianibelli. “Creo que Jorge logró capitalizar la identidad cultural rioplatense en principio, pero también la platense, y al día de hoy no deja de ser un referente del tango nuevo”, destaca.
“A Jorge le
gustaba mucho seguir la línea de Grela y también se inspiraba mucho en los
tangos criollos, aquellos de principio de siglo, con guitarras y payadas, me
parece que esa línea es la que logró revivir un poco”, considera. “Por otro
lado lo que logró fue volver a hablarle a la juventud desde el tango. Jorge logró actualizar el lunfardo del tango, y si uno quiere escuchar el
lunfardo de hoy, en 2024, escucha las letras de Alorsa y lo encuentra, por eso
a mi entender el legado de Jorge es haber actualizado el lunfardo y reivindicado
la identidad cultural de quienes vivimos en La Plata”.