“Vuelven las balas sobichistas a Neuquén”, sentenció la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de esa provincia, al vincular la violenta represión registrada esta mañana en el centro de la capital neuquina con las vividas durante el gobierno de Jorge Sobisch, cuando fue asesinado el docente Carlos Fuentealba. Denunciaron que hay dos heridos de balas de plomo.

La represión recayó sobre la protesta de los trabajadores tercerizados que prestan servicios de limpieza, maestranza y seguridad en los hospitales de Neuquén y reclaman una renegociación de sus contratos.

La policía desalojó el lavadero del hospital Castro Rendon en la capital provincial con balas de goma, de plomo y gases lacrimógenos. Así lo denunció ATE Neuquén, que a través de su cuenta de Twitter informó que hay dos heridos por balas de plomo que se encuentran en el quirófano.

“Esto no se resuelve con balas, gases y tiros en la cara de la gente, la solución es sentarse a trabajar y no suspender reuniones, postergar los reclamos hasta el el 11 de diciembre”, dijo el gremio al señalar al gobernador Omar Gutiérrez por la represión.

El subsecretario de Seguridad de la provincia, Gustavo Pereyra, defendió el accionar policial. “Cumplimos lo dispuesto con la justicia”, dijo en declaraciones a LU5 recogidas por el diario neuquino La Mañana. “Hay cirugías que le estaban preocupando a la dirección del hospital y por ello se le informó a la justicia y tomo esta decisión que es de sentido común”, sostuvo el funcionario, quien afirmó que el lavadero “realiza el lavado de la ropa blanca que estaba requiriendo el hospital para seguir funcionando”.