Un policía de 36 años, fue acusado como un enlace clave en la organización de Lisandro “Limón” Contreras, a quien sindican como líder de la banda de Los Menores. Se trata de Jonatan Garraza, quien estuvo prófugo por tres meses hasta mediados de marzo cuando se entregó en la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Para la Fiscalía, el rol del policía no sólo era el de filtrar información y ser custodio de Limón sino también intervenía en la logística de la asociación ilícita dedicada a las apuestas y juego clandestino, estafas a través de ventas de terrenos, creación de sociedades fantasmas e inversiones en monedas virtuales. El policía, estaba en disponibilidad pero supo tener un breve paso por la Policía de Investigaciones (PDI) y su último servicio fue en la comisaría de Acebal, distante a 22 kilómetros de Rosario.
Garraza, conocido en la calle como “Jony Gavia”, fue imputado por la fiscal Georgina Pairola por haber suministrado información a investigadores con el objetivo de perjudicar a bandas rivales, entre otras maniobras. La jueza Paola Aguirre, que presidió la audiencia, ordenó su prisión preventiva por el plazo máximo de dos años.
Garraza se entregó el pasado 17 de marzo en la sede de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), luego de haber sido allanado en reiteradas ocasiones en el marco de una causa por asociación ilícita que involucra a una facción disidente de Los Monos. Según la acusación fiscal, el policía formaba parte del círculo de confianza de Lisandro Contreras y del prófugo Matías Gazzani. En su rol de agente, oficiaba como informante de algunos brigadistas de la Policía de Investigaciones, aportando datos sobre bandas rivales y, a su vez, obteniendo detalles sobre las pesquisas en torno a Contreras.
Lisandro Contreras fue un nombre desconocido hasta diciembre pasado, cuando se lo comenzó a mencionar como uno de los líderes de la banda Los Menores. Todo surgió luego del crimen de Andrés "Pillín" Bracamonte, el jefe de la barra brava de Rosario Central. Cuando meses antes había sido baleado, Pillín declaró que detrás del atentado había estado esa organización ligada al narcomenudeo en la zona norte de Rosario.
Hasta el momento no hubo avances en la causa por el crimen de Pillín que comprometan a Contreras. Sin embargo, al ser investigado se precipitó su detención en un lujoso country de Buenos Aires, seguida de una audiencia imputativa donde quedó expuesto que gozaba de protección institucional para mantenerse libre y alejado de la violencia generada por su banda en disputa con otros grupos.
En la investigación a Contreras surgió que tenía un vínculo muy estrecho con el policía Garraza. A su vez, quedó expuesto que este suboficial tenía acceso a información delicada, por la cual logró mantenerse prófugo. Es que horas después de la detención de Contreras en Buenos Aires, se llevaron a cabo allanamientos en Rosario para dar con el policía. Pero no estaba en ninguno de los domicilios con los que tenía vínculos. Nadie lo encontró, tuvo que entregarse el pasado 17 de marzo por motivos que todavía se desconocen.
La Fiscalía detalló que la banda de Contreras estaría vinculada a reconocidos referentes del delito como Pablo “Nico” Camino, Leandro “Gordo” Vilches y Rodolfo Héctor “Eric” Masini, todos en algún momento subordinados a Ariel “Guille” Cantero, líder de Los Monos. Sin embargo, desde fines de 2022, estos jefes habrían iniciado una ofensiva desde el penal de Rawson contra Leandro “Pollo” Vinardi y Carlos “Toro” Escobar, los cabecillas de la barra brava de Newell’s más cercanos a Cantero. Esta escisión también incluiría a la llamada Banda de Los Menores, que actualmente domina la barra brava de Rosario Central y cuyo origen se encuentra en el barrio 7 de Septiembre, el mismo del prófugo Gazzani, considerado socio de Contreras.
La fractura en la estructura criminal obedecería a una deuda de miles de dólares o al robo de dinero, sumado al creciente aislamiento de "Guille" Cantero y el debilitamiento de su liderazgo en los últimos años.
Una conversación extraída de un celular entre el policía y su novia resultó particularmente sugestiva. Acompañado por una captura con el fondo rojo característico y la leyenda “La Masacre de Pillín”, Garraza le expresó su preocupación a su pareja: “Salió todo en Crónica, con Limón como el jefe de todos. Con lo que pasó, vamos a tener que tomar precauciones porque lo nombran de apodo a aquel”. El mensaje estaba fechado el 11 de noviembre, apenas 48 horas después del crimen de Bracamonte.