El secretario gremial de La Fraternidad, Sebastián Maturano, cuestionó en diálogo con la 750 la decisión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que representa a los choferes de colectivos, de no adherir al paro general convocado por la CGT argumentando que debían acatar una conciliación obligatoria.

Ante la pregunta de La García, Maturano explicó: “Creo que fue una medida de fuerza contundente. Obviamente que la no adhesión de los colectivos a la medida de fuerza repercute. Pero los colectivos no estaban llenos. El paro de actividades se notó”.

En este contexto, aseguró que a la dirigencia sindical le hubiese gustado que la UTA se adhiera al paro nacional para reforzar el peso de la protesta. “Pero no fue así. Se verá qué hacer con ese tema”, aseguró, en tanto, con la mirada puesta en el futuro.

“A pesar de todo lo que ha sucedido se ha priorizado la unidad. Es algo difícil de llevar cuando hay tantas diferencias. Habíamos solicitado hacer una medida antes de fin de año. Porque la CGT tuvo contundencia los primeros cuatro meses poniéndole un parate a un Gobierno que va en contra de todos nuestros derechos”, recordó.

Y añadió: “Puede haber diferencias, pero creo que cuando uno es parte de la CGT tiene que ser orgánico a la decisión para poder llevarla a cabo. Creo que los colectiveros no compartieron la medida de fuerza porque ellos tranquilamente pudieron haber parado”.

En este punto, aseguró que aquello de la conciliación obligatoria fue solo una excusa: “Porque la conciliación que le puso la secretaría de Trabajo era por las paritarias de ellos. Acá lo que se hizo no fue solo por la paritaria de un sector específico. Sino hacerlo por la industria nacional, por el salario de los jubilados, por el FMI”.

“Hay un conjunto de cosas, y más cuando es una organización de tercer grado como la Confederación”, aseguró en el día posterior a lo que fue un paro general catalogado desde el sindicalismo como contundente y minimizado por el Gobierno de Javier Milei.