El reconocido director Mel Gibson ha confirmado que el rodaje de la secuela de La pasión de Cristo (provisionalmente titulada La resurrección de Cristo) comenzará en agosto en los emblemáticos estudios Cinecittà, en Roma. Este anuncio marca el retorno de la saga a sus locaciones originales, con la promesa de presentar una perspectiva innovadora sobre los eventos bíblicos más trascendentales.
Un regreso esperado durante décadas
Tras más de veinte años desde el impacto global de La pasión de Cristo, Mel Gibson prepara una secuela que continuará la narrativa bíblica. La primera película, estrenada en 2004, se convirtió en la cinta independiente más exitosa de la historia, con una recaudación cercana a los 612 millones de dólares, y generó debates internacionales sobre su enfoque histórico y religioso.
La resurrección de Cristo se perfila como un proyecto ambicioso, con Jim Caviezel repitiendo su papel como Jesús. La trama explorará los días posteriores a la crucifixión, combinando elementos teológicos con toques de ciencia ficción. Según Mel Gibson, el guion propone una visión no convencional de la resurrección, integrando líneas temporales múltiples y dimensiones alternas dentro de una estructura narrativa audaz. El objetivo es sumergir al público en una experiencia cinematográfica compleja y reflexiva.
Locaciones históricas revitalizadas
La producción se centrará en Cinecittà, el estudio italiano fundado en 1937 que ha albergado clásicos como Ben-Hur y La Dolce Vita. Además, se retomarán escenarios naturales del sur de Italia utilizados en la primera película. Matera, famosa por su arquitectura rupestre, será nuevamente un punto clave, junto con localidades como Ginosa y Altamura. La selección de estas locaciones refleja un esfuerzo por equilibrar autenticidad histórica con innovación visual, manteniendo la conexión con la esencia de la saga.
Retos narrativos y técnicas innovadoras
Mel Gibson y su colaborador Randall Wallace, guionista de Corazón valiente, enfrentan el desafío de construir una trama no lineal que combine la resurrección de Jesús con eventos simbólicos como la caída de los ángeles. Esta estructura multidimensional exigirá al público conectar elementos dispersos en tiempo y espacio. Además, se rumora que efectos especiales avanzados permitirán a Jim Caviezel interpretar a un Jesús rejuvenecido. La película busca atraer tanto a entusiastas del cine religioso como a quienes valoran propuestas técnicas y narrativas arriesgadas.
Debates y proyección cultural
Aunque La pasión de Cristo fue un éxito comercial, su representación de líderes judíos generó acusaciones de antisemitismo, un tema que podría resurgir con la secuela. Mel Gibson ha expresado interés en abordar las tensiones inherentes a la historia bíblica, añadiendo capas contextuales para enriquecer su legado.
Más allá de la polémica, el proyecto aspira a fomentar diálogos sobre la relación entre fe, historia y arte en el contexto moderno. El director espera que la cinta no solo sea un hito cinematográfico, sino también un catalizador para la reflexión colectiva.