La Provincia de Buenos Aires dio inicio este jueves al IV Congreso “Políticas para la igualdad. Estado Presente”, que se extenderá hasta el viernes 25 de abril, para analizar el contexto político y social en materia de género y llevar a cabo debates y exposiciones en las instalaciones de la Universidad Nacional de Luján.
El espacio, organizado por el ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense busca ser un epicentro de ideas, experiencias y producir conocimiento para mejorar las políticas de género y diversidad en todo el país en un contexto marcado por el brutal ajuste desde el Gobierno nacional y el creciente discurso de odio.
En este caso, el congreso reunirá voces provenientes de diferentes ámbitos y disciplinas en torno a los siguientes ejes: Transversalización de la perspectiva de género y diversidad; políticas de promoción e inclusión para la igualdad y prevención y abordaje de las violencias por razones de género.
Entrevistada por la 750, la ministra encargada del encuentro afirmó, Estela Díaz, comentó: “Los tres primeros congresos estuvieron más dedicados al abordaje de las violencias de género. En este caso estamos ampliando el margen, porque aparecían propuestas y somos el único Ministerio de Mujeres en todo el territorio nacional”.
Si bien Buenos Aires es el único territorio que mantiene esa jerarquía para las políticas de género, otras provincias dirán presente: “Hay áreas de género, pero han sido desjerarquizadas o mantuvieron rangos que no llegaban a ministerios. De hecho, varios no van a estar acompañando en este encuentro: Salta, Tierra del Fuego y algunas provincias más”.
“Hemos construido un arco interprovincial, y tenemos que estar acompañándonos. El congreso es la oportunidad de parar la pelota y compartir las prácticas que hacemos. Van a haber más de 200 ponencias y más de 90 municipios, universidades, sindicatos, organizaciones sociales”, afirmó.
Y aseguró sobre el contexto apremiante en el que ocurre esto: “Los recortes que hace Milei son al pueblo, no a un gobernador. Y eso afecta a las prestaciones de salud, de educación. Muchas de estas cuestiones —obra pública, infraestructura básica— tienen impacto directo: hay más de 13 mil viviendas que estaban al 90 por ciento y el Gobierno las paralizó”.
Tras lo que finalizó: “Y para las mujeres esto es clave, porque somos las que cuidamos a los niños, a las personas dependientes. Entonces, cuando el Estado deteriora las prestaciones, ¿sobre quién recae la precariedad? Especialmente sobre las mujeres. Entonces se trata de pensar estrategias y redes, porque mucho de lo que se sostiene es por la convicción de mujeres y feministas que la siguen defendiendo”.